El cáncer es una enfermedad con un gran impacto económico para el paciente y su familia. A pesar de la cobertura universal en salud con garantías completas de los medicamentos, los procedimientos y los dispositivos médicos, muchas familias se enfrentan a una inesperada carga económica a lo largo del prolongado proceso del tratamiento oncológico. Esta situación genera un impacto en el bienestar económico y general de la unidad familiar de la cual surge el concepto de “ruina económica del cáncer”, que engloba la angustia financiera subjetiva resultante de los costos directos e indirectos del proceso de enfermedad. Existen otros términos que se utilizan para describir la ruina económica del cáncer, como: toxicidad financiera del cáncer, tensión económica del cáncer, dificultades económicas o financieras del cáncer, carga económica o financiera del cáncer y sufrimiento económico del cáncer.
La ruina económica del cáncer constituye un efecto adverso del cáncer, tan relevante como las complicaciones clínicas y puede pueden provocar trastornos psicológicos, como el aumento de la ansiedad y la depresión, así como cambios en el curso clínico de la enfermedad por abandono del tratamiento. La ruina económica del cáncer conduce a resultados desfavorables en salud, notificándose una peor calidad de vida y mayor mortalidad temprana en aquellas personas que la sufren. a respuesta de los enfermos de cáncer, sus familias y cuidadores para enfrentar este fenómeno puede ser: abandonar el tratamiento; recurrir a préstamos informales mediante el mecanismo gota a gota; utilizar los pocos ahorros que tiene; cambiar el estilo de vida; acudir a casas de empeño para conseguir dinero; o cesar el uso de elementos de la canasta básica.
Desde el año 2003 la Fundación Ellen Riegner de Casas 2003, brinda apoyo económico y social a pacientes con cáncer de bajos recursos, su familias y cuidadores durante su tratamiento en diferentes instituciones oncológicas en Colombia, para dar dignidad y calidad de vida, evitar el abandono del tratamiento y mitigar la ruina económica del cáncer. Así mismo, brinda apoyo a centros oncológicos para mejorar el nivel de atención humana y segura a los pacientes y los sobrevivientes. Desde el 1 de febrero de 2003 al 8 de septiembre de 2023 ha apoyado 213.154 pacientes entregando 711.064 ayudas. Actualmente la Fundación Ellen Riegner de Casas desarrolla su objeto misional apoyado a pacientes en tratamiento oncológico en el Instituto Nacional de Cancerología, Hospital La Samaritana; Oncólogos de Occidente de Caldas, Quindío; Risaralda y Boyacá; Hospital Internacional de Bucaramanga; Centro Nacional de Oncología y Centro Oncológico Javeriano. Su modelo de gestión desarrolla 14 programas en 3 estrategias.
