Texas Armoring (TAC) llega a Colombia con nuevas tecnologías para el blindaje de vehículos en su planta de Chía.

Con una inversión que sobrepasa los 1.500 millones de pesos, la empresa norteamericana Sage Armoring LLC líder en la fabricación de vehículos blindados a nivel mundial, anunció su llegada al mercado colombiano con su marca premium Texas Armoring Colombia (TAC) con procesos y tecnologías de punta para el blindaje de vehículos, en su planta de Chía, Cundinamarca, la cual espera superar unas ventas anuales en 2024 por US$1,5 millones.

Sage Armoring LLC hizo una gran operación al absorber a una marca premium como TAC – Texas Armoring. A la cabeza de esta nueva compañía se encuentran Germán Jiménez y Carlos García, quienes cuentan con una experiencia de más de 25 años en temas de vehículos blindados en Colombia.

“Si se menciona en alguna conversación donde los participantes tengan algún conocimiento en el sector defensa sabrán que TAC tiene una amplia trayectoria en la producción de vehículos blindados a nivel mundial”, asegura Germán Jiménez, co directivo de la empresa en Colombia.

La compañía cuenta dentro de sus clientes a delegaciones diplomáticas, celebridades de Hollywood, multinacionales con presencia en países con un fuerte conflicto interno que demandan un altísimo nivel de seguridad y fuerzas militares de varios países.

“A la marca TAC la reconocen por el nivel de seguridad de sus vehículos y la calidad en los acabados, además de una experiencia de más de 40 años en el sector automotriz, lo que le ha permitido desarrollar un proceso de blindaje automotriz que garantiza una mayor protección para los ocupantes del vehículo”, comenta Carlos García, codirector de la compañía.

“Sage Armoring LLC utiliza materiales de última generación, procesos bien tecnificados que ofrecen una resistencia superior al impacto de proyectiles y explosiones, y por eso celebramos que Colombia se sume a EE.UU. y México en nuestro mapa de presencia global”, añade el directivo.

“Sólo venderemos y entregaremos vehículos de los que estemos orgullosos y con los que podamos proteger bien a nuestros clientes, nuestros estándares de calidad son muy altos y nos dan las herramientas para ser más competitivos y recordar que la razón por la que hacemos negocios es para proteger la vida”, explica Jiménez.

Exportación de tecnología
La llegada de la marca Texas Armoring Colombia (TAC) no solo representa una oportunidad para la transferencia de tecnología y procesos en el país que ha sido aplicada por la marca en el resto del mundo, sino que también tiene un impacto positivo en la economía local y las exportaciones del producto terminado de mano de obra colombiana hacia África, Asia y Europa.

“Ahora bien, -continúa Carlos García- nuestros clientes van a percibir de primera mano nuestra calidad y conocimiento en el producto final, pero, la legislación local aplicada a nuestro sector nos direcciona a trabajar de la mano de una compañía local debidamente licenciada con más de 20 años de experiencia y todo se traduce en la creación de empleos y la inversión en la capacitación de personal local en técnicas de blindaje de clase mundial.”

Con la puesta a punto de la planta ubicada en el municipio de Chía, la empresa está marcando un nuevo capítulo en la evolución del blindaje en el país. Buscará consolidar relaciones con las marcas de vehículos de forma directa para que puedan ofrecer sin duda este producto.

Con procesos de blindaje mejorados y la integración de nuevas tecnologías, TAC está capacitada para ofrecer a sus clientes nacionales una mayor protección y calidad a unos costos de mercado bien competitivos”, afirma Germán Jiménez.

Además, el inicio de la operación comercial de TAC involucra la transferencia de tecnología y procesos a proveedores locales de materiales y servicios, lo que contribuye al desarrollo de la cadena de suministro de la industria de blindaje en Colombia.

Hay que destacar que cada vehículo que interviene la compañía sigue manteniendo un perfil bajo, porque su exterior no se modifica.

En sus 40 años se han ido perfeccionando técnicas que les permiten mantener la apariencia de fábrica del vehículo, por dentro y por fuera.

Todos las materias primas que se utilizan son fabricadas en EEUU, Suecia e Israel, y en el proceso converge una mano de obra colombiana calificada, tecnología aplicada y procesos estadounidenses.

Sin duda ofrecer vehículos blindados con la marca “TAC” les obliga a superar las expectativas de los clientes.

“Conozco el sector del blindaje desde hace 25 años, hoy por hoy encontramos todo tipo de calidades que son directamente proporcionales al precio, pero también hay tarifas muy altas que no se reflejan a la hora de entregar los vehículos”. puntualiza Carlos García.

Por qué blindar mi vehículo

Entre el 80-90% de los ataques terroristas y secuestros ocurren mientras las víctimas viajan en automóvil.

Los secuestros en Colombia aumentaron este año en más del 83%, según cifras reveladas por MinDefensa.

En los últimos años se ha incrementado en 93% el secuestro en Colombia, según cifras del Gaula de la Policía Nacional.

Este año en Colombia se han producido 218 secuestros cifra que no se veía desde el gobierno de Santos en 2014, siendo la causa más común el dinero que se exige por el rescate. Casi el 70 por ciento de esos secuestros se resuelven pagando el rescate exigido.

Los pagos típicos por secuestro para obtener rescate oscilan entre 20 a 500 millones sin garantías de supervivencia.

Un vehículo debidamente blindado puede ayudarle a desarmar a posibles terroristas y prevenir amenazas de secuestro.

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