¿Alguna vez le ha sucedido que cuando llega a fin de mes encuentra su despensa con un excedente de algún tipo de producto y sin otros que le hacían falta? O ¿Llegó el final de la quincena y se quedó con la nevera llena pero con el bolsillo vacío?
Esto no es necesariamente el resultado de no saber calcular qué tanto se necesita. Según un
estudio desarrollado por la Universidad de Richmond, el cerebro humano tiene dificultades para lidiar con gastos inciertos y calcular variables de tiempo y uso. Es por eso que muchas veces se vuelve complejo elegir entre gasto semanal o mensual. Además, cuanto mayor es la escala del gasto (una fiesta, un viaje, un mes entero de víveres para una familia, suscripciones anuales, membresías, etc.), más difícil es cuantificar lo que realmente es necesario adquirir.
Por lo anterior, Nu Colombia comparte algunas recomendaciones prácticas para que los colombianos puedan elegir de forma más fácil y acertada la realización de compras para
periodos largos o cortos, sin descuidar la economía personal y/o familiar.
Gasto semanal
Para adoptar esta modalidad es indispensable analizar el “perfil de consumo”. Esto quiere decir
que lo primero que se debe establecer es la capacidad financiera con el fin de determinar los
periodos de compra más efectivos.
Las personas con ingresos variables, o que trabajan bajo esquemas como el cobro por
honorarios pueden tener dificultades para planificar el presupuesto de un gasto significativo. En ese sentido, hacer compras mayores o por adelantado, cuando se perciben ingresos con este tipo de entradas, podría llegar a afectar los flujos de efectivo.
Por tal razón, considerar opciones como los descuentos, la adquisición de productos no
perecederos, o prescindir de membresías a largo plazo o si existe la posibilidad de interrumpirlos
y renovarlos según las necesidades del momento, pueden ayudar a que el gasto semanal sea más funcional.
Gasto mensual
Tener un ingreso constante puede aportar mayor visibilidad al dinero. Permite calcular los recursos disponibles, planificar y no desbalancear las finanzas personales. De la misma manera,
esta planeación brinda la oportunidad de tener un mayor margen de maniobra para mercar en
volumen y aprovechar las ofertas.
