Según información del Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE-, para 2020 solamente 7,79 millones de mujeres estaban vinculadas laboralmente. Durante este período, el desempleo afectó muy duro a la población, dejando sin ocupación a alrededor de 2,5 millones de mujeres. Sin embargo, entre septiembre y noviembre de 2021, se recuperaron 962.000 empleos, de los cuales las mujeres obtuvieron 492.000 de ellos.
Precisamente, para construir un futuro más sostenible e inclusivo para el género femenino, la ONG Bethany Christian Services viene adelantando un trabajo humanitario que tiene por objetivo ayudar a mujeres y madres de familia que han sido víctimas de violencia doméstica y/o psicológica y buscan recuperar el sentido de dignidad y estabilidad.
De esta manera, la organización ha brindado apoyo a mujeres, tanto migrantes como colombianas, enfocándose en redes de apoyo psicosocial y la creación de talleres de solidaridad, además de espacios de aprendizaje para denunciar situaciones de vulnerabilidad a sus derechos, en los que también adquieren herramientas en las que a través de la educación han logrado emprender y tener libertad económica.
Actualmente, las mujeres sienten desigualdad de género; según cifras globales de la ONU, en 2021 sólo el 43,2% de las mujeres tuvieron trabajo, pero esto ha permitido generar conciencia sobre experiencias vividas para cerrar las brechas de género ya existentes.
Sobre esto, Luz Granada, directora de Bethany Colombia, explicó que el trabajo que se adelanta busca que mediante un trabajo mancomunado la población afectada es atendida para poner en marcha alternativas de reintegrar psicoemocionalmente a las personas afectadas.
“La población es integrada a nuestros espacios de apoyo por medio de varios canales, sea a través de la Secretaría de Gobierno o Super Cade. Luego, con el grupo completo se adelantan talleres enfocados en acceso a derechos, salud mental, sostenibilidad, empleabilidad y emprendimiento”, indicó la funcionaria.
Cabe resaltar que, según información de la organización, de manera semanal llegan mujeres en condición de vulnerabilidad, que acuden por ayuda a través de las líneas de atención en busca de orientación y acompañamiento
Jeidy Rocío Lozano, madre de tres hijos, es una mujer colombiana que, ha sido una de aquellas que han encontrado Bethany, un salvavidas y un aliado en dar dirección a sus sueños, recibiendo ayuda con sus hijos, orientación y acompañamiento psicológico y emocional.
“Estaba en Bogotá, donde trabajaba como vendedora informal, debido a la pandemia y el cierre de la mayoría de las actividades comerciales no tenía como sustentar el lugar en el que vivía, por lo que fui desalojada sin nada de lo que había trabajado y con tres hijos por mantener, además dos de mis hijos sufren condiciones delicadas de salud tanto física como cognitiva. No veía nada claro.
En medio de la desesperanza, y deambulando con hambre por las calles de Bogotá, un carro misionero nos regaló un plato de comida, que nos ayudó a encontrar el refugio Scalabrini, sitio que nos un lugar temporal para dormir a salvo, y nos refiere con una trabajadora social de Bethany Christian Service trabajó mi caso.
Me ayudaron a conseguir una casa y asumieron la renta por varios meses en lo que yo lograba reincorporarme, facilitaron los medios para solicitar los permisos de trabajo, ubicaron mis hijos en el Centro Amar, me dieron ropa, utensilios de aseo, cama y platos, vales de mercado; en fin, el apoyo que necesitaba para atravesar ese momento de crisis; me han ayudado a retomar mi vida, terminar mi bachillerato y ofrecerle algo a mis hijos. Me devolvió la visión.”
Al realizar la creación y fortalecimiento de redes de apoyo, además de tener la sororidad como un principio que se maneja en cada taller que se ejecuta con las mujeres, se orientan a las beneficiarias en procesos de denuncia y exigibilidad de derechos ante situaciones de violencias basadas en género.
Casos como el de Jeidy han sido apoyados por la organización y han generado la superación personal de muchas mujeres en temas de empleabilidad, emprendimiento y educación, con esto, también ha llegado el fortalecimiento de su proyecto de vida, aumento del autoestima y disminución de la competencia negativa entre mujeres.
Precisamente el nuevo sueño de Jeidy es ser trabajadora social, para convertirse en una herramienta de ayuda para personas que, al igual que ella, buscan un apoyo, acompañamiento y orientación para dar un nuevo rumbo a sus proyectos de vida.
Finalmente, según información de la Administración Distrital, durante este 2020 cerca de 493 personas entre mujeres y niños fueron atendidos por hogares de refugio para brindar alternativas a población vulnerable por la violencia.