Conozca 8 Cuidados para tener en cuenta a la hora de protegerse del VIH.

En el marco del Día Mundial del VIH, que se conmemora este 1 de diciembre, Colombia se une a la llamada global a la conciencia, la prevención y la atención integral para combatir la propagación del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Según el libro “Situación del VIH en Colombia 2022” de la Cuenta de Alto Costo, hasta el 31 de enero de 2022, se identificaron cerca de 142 mil personas viviendo con VIH en el Sistema General de Seguridad Social en Salud en Colombia.

Expertos enfatizan la importancia de la correcta y sistemática utilización de preservativos en la prevención del VIH. Se estima que la utilización adecuada de preservativos puede reducir hasta un 94% la transmisión sexual del VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), tanto en relaciones sexuales vaginales como anales.

En línea con compromisos internacionales, países de América Latina, incluyendo a Colombia, se han comprometido con programas de distribución focalizada de preservativos. El objetivo es alcanzar una utilización del 90% en el último contacto sexual para grupos específicos o con mayor vulnerabilidad al virus, como hombres que tienen sexo con hombres, trabajadores sexuales, mujeres transgénero, población privada de la libertad, habitantes de calle y personas que se inyectan drogas, enfrentan desafíos adicionales en la prevención y el manejo del VIH.

A pesar de los desafíos significativos en la lucha contra el VIH, Colombia ha logrado avances notables, entre ellos, la implementación de estrategias de prevención, concientización y atención médica ha sido clave. Por otro lado, la adhesión a la Guía de Práctica Clínica para VIH/SIDA y el fortalecimiento de la red de apoyo, mediante colaboraciones con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, demuestran el compromiso continuo de entidades como EPS Famisanar y del país en velar por el bienestar de la población.

Además del uso del condón, ¿Cómo se puede prevenir el contagio del virus?
Armando Quintero, Profesional de Riesgo Avanzado de EPS Famisanar brinda algunas recomendaciones que se deben tener en cuenta para prevenir el VIH.

  1. Pruebas regulares y conocimiento serológico:
    Realizar pruebas de detección del VIH de forma regular es fundamental, especialmente después de tener actividad sexual con nuevas parejas o ante preocupaciones sobre la posible exposición al virus.
  2. Uso de PrEP (Profilaxis Preexposición):
    La PrEP, una estrategia preventiva, implica que personas sin VIH tomen medicamentos antirretrovirales para reducir el riesgo de contraer la infección en caso de exposición. Por lo que, consultar con un profesional de la salud es esencial para determinar la idoneidad de la PrEP.
  3. Reducción de parejas y relaciones monógamas:
    Optar por relaciones monógamas con una pareja que haya dado negativo en la prueba del VIH puede significativamente reducir el riesgo de exposición, como también, reducir el número de parejas sexuales.
  4. Uso de agujas y jeringuillas limpias:
    Debe evitarse el uso compartido de agujas y jeringuillas es crucial para prevenir la transmisión del VIH, especialmente entre personas que se inyectan drogas.
  5. Educación y concientización:
    Es clave estar informado sobre la transmisión del VIH y conocer cómo prevenirlo. La educación y la concientización son herramientas importantes para tomar decisiones más seguras y reducir el riesgo de exposición.
  6. Atención prenatal y prevención vertical:
    Mujeres embarazadas con VIH pueden recibir tratamiento antirretroviral para prevenir la transmisión al bebé durante el embarazo, parto y lactancia.
  7. Promoción del uso del condón:
    El condón, barrera eficaz contra el VIH, también protege contra otras infecciones de transmisión sexual. Su uso constante y correcto es esencial para una protección óptima.
  8. Intervenciones contra estigma y discriminación:
    Combatir el estigma y discriminación relacionados con el VIH favorece entornos más propicios para la prevención y tratamiento.
    ¿Cuáles son los síntomas?
    En el marco de la concientización sobre el VIH, es crucial comprender los variados síntomas que pueden acompañar esta infección a lo largo de sus distintas etapas.
    Durante las primeras semanas o meses de la infección, la fase aguda del VIH puede presentar síntomas importantes que requieren atención. Los signos más comunes incluyen fiebre, fatiga intensa, dolor de garganta, ganglios linfáticos inflamados, erupciones cutáneas, dolores musculares o articulares, dolor de cabeza y úlceras bucales. La identificación temprana y la búsqueda de atención médica son cruciales para gestionar eficazmente esta fase.
    En el período asintomático que puede extenderse por meses a años, la infección por VIH puede ocultarse sin síntomas notorios. Sin embargo, en esta etapa, el virus continúa multiplicándose y afectando silenciosamente el sistema inmunológico, aunque la ausencia de síntomas puede inducir a la complacencia, es fundamental el monitoreo regular y las pruebas de detección para intervenir tempranamente.
    En los meses a años posteriores a la infección, la fase sintomática temprana puede manifestarse con síntomas más pronunciados. Pérdida de peso inexplicada, diarrea crónica, sudores nocturnos, infecciones recurrentes o graves, y problemas de la piel como manchas rojas o descamación son señales que demandan atención inmediata. La intervención médica en esta etapa es crucial para gestionar eficazmente la enfermedad y preservar la salud a largo plazo.

Share:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn
Scroll to Top