Declaraciones de la Vicepresidente y Canciller, Marta Lucía Ramírez, sobre situación de Haití

¡El magnicidio de cualquier persona es totalmente inaceptable! El magnicidio de un Presidente pone en peligro, no solamente la institucionalidad y la estabilidad democrática, sino la estabilidad de toda una nación.

Haití es un país que ha sufrido muchísimo y que requiere el apoyo de la comunidad internacional para seguir en el proceso de fortalecer sus instituciones, su democracia, su economía, y garantizar una estabilidad para su población.

Nosotros estamos verdaderamente adoloridos por el magnicidio del presidente de Haití. Y, especialmente, saber que pudo haber colombianos partícipes, es totalmente inaceptable. En mi caso, conozco muy bien el alma de los soldados de Colombia. Sé que nuestros soldados son gente que se forma y trabaja para proteger la vida de los ciudadanos. Jamás un militar colombiano, dentro de lo que es su formación, pensaría siquiera en una hipótesis de participar en un magnicidio.

Lamentablemente, como lo ha dicho el Presidente Iván Duque, aparentemente hubo algunos de los colombianos que fueron a Haití y sabían de qué se trataba, pocos, lamentablemente. La mayoría fueron a otra misión, supuestamente iban a apoyar a las fuerzas de seguridad de Haití. Fueron engañados.

Sé perfectamente que los militares de Colombia no son, jamás y bajo ninguna circunstancia, mercenarios que vayan a ir de oficio a cometer ningún crimen en ningún lugar.

Me duele profundamente por lo que es la institucionalidad de nuestras Fuerzas Militares, porque sé que son hombres y mujeres correctos, que actúan siempre dentro de ese valor sublime de la vida: proteger la vida de los ciudadanos. Nos duele, además, profundamente por las familias de esos militares.

La instrucción que se ha dado, con el Presidente de la República, es brindarles todo el apoyo, para que tengan asistencia jurídica, para asegurarnos de que estén en condiciones de salud adecuadas, que estén en un sitio de detención que sea adecuado, que se proteja la vida y que se protejan también los derechos y las garantías que debe tener un debido proceso.

Toda la labor del Gobierno colombiano y del Estado está orientada a darles apoyo a las autoridades haitianas, para que se esclarezca este crimen, para identificar a todos los partícipes materiales e intelectuales que estén en Haití o que estén en el exterior, y que esas personas respondan ante la justicia haitiana y ante la justicia internacional. Porque, repito, un magnicidio de un jefe de Estado es un crimen que no puede, de ninguna manera, pasar desapercibido por la comunidad internacional.

Por eso, es importante también que la Organización de Estados Americanos (OEA), haga acompañamiento al Estado haitiano, para que esta institucionalidad de Haití, acompañada de la Policía de Colombia, con el FBI, con la Interpol -que desde el primer día han venido trabajando en dar apoyo a las autoridades haitianas- esclarezca este crimen cuanto antes y, por supuesto, aplique a los responsables -sean quienes sean, vengan de donde vengan- todas las consecuencias drásticas que este crimen debe tener.

Nuestro acompañamiento total a las familias de los militares. Lo hacemos porque es también nuestro compromiso humanitario y porque sabemos que hay varios militares que estuvieron allí, pero que desafortunadamente fueron engañados, como lo ha dicho ya el Presidente de la República.

Nuestro Viceministro Francisco Echeverri ha estado todos los días en contacto con las familias de los militares y está también trabajando en este momento. Vamos a procurar que pueda haber una misión consular que asista a Haití, una vez que las autoridades de ese país nos den su visto bueno, para poder apoyar a las familias en la repatriación de los cadáveres de quienes fallecieron.

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