En el estadio de atletismo, Campo Elías Gutiérrez, el sol abrasa a los atletas que compiten en la Final Nacional de los III Juegos Comunales. El calor en la pista hace que muchos busquen la sombra mientras no compiten, pero una vez salen: todo es concentración, algunas sonrisas se escapan, pero las miradas están fijas en un solo objetivo: la meta.
Antes del disparo inicial, cuando el silencio se toma el escenario y todos están listos para empezar la carrera, dos atletas sorprendieron a propios y extraños por haber tomado la decisión de competir descalzos. Jersson Arboleda, del departamento del Guaviare, y Jaime Cabrera, de Montería, demostraron que, para lograr los objetivos trazados, antes que cualquier cosa material prima la entrega y dedicación. Arboleda fue campeón.
“Siempre he corrido con zapatos, pero hoy quise competir descalzo porque sentía que con los tenis que traía me podía caer, entonces me los quité, toqué la pista y percibí que podía tener mejor agarre”, señaló Jersson Arboleda.
Justamente este joven de 21 años, que representa al departamento del Guaviare y quien vive en Calamar, desde hace cinco años (es oriundo de Puerto Tejada, Cauca), corre, literalmente, por deporte, porque su sueño su sueño nos es convertirse en atleta de alto rendimiento, sino dedicarse al baile. “Yo tengo una escuela de baile y realmente ese es mi sueño, seguir enseñando y ser profesor de baile. Me gusta la danza urbana y la champeta”, puntualiza.
Así mismo sucedió con Jaime Cabrera, quien decidió correr descalzo en la competencia para tener mejor agarre, para que sus piernas pudieran flotar sobre la pista del Campo Elías Gutiérrez y, aunque, volvió a correr apenas hace dos meses, tras haber dejado de practicar por más de nueve años, su rendimiento fue notable.
“Corrí descalzo porque se agarra uno mejor y sin embargo así uno lo entrega todo. Yo hacía deporte desde pequeño, pero me lesioné la rodilla a los nueve años y desde entonces no corría en competencia, sin embargo, toda la vida he querido dedicarme al atletismo, ese es mi sueño”, expresa.
Tanto Jersson Arboleda como Jaime Cabrera demostraron esa determinación y pasión que representa a todos los colombianos. Descalzos reinaron sobre la pista del estadio de atletismo cartagenero e hicieron vibrar a propios y extraños. También, dejaron en lo alto el nombre de sus respectivos departamentos y elevaron el orgullo de unas justas que están llenas de talentos anónimos, que con su destreza simbolizan lo mejor de una nación.