Con la firme determinación de avanzar en políticas que combatan y castiguen severamente la trata de personas, a la que llamó esclavitud del siglo XXI, la Vicepresidente y Canciller, Marta Lucía Ramírez, se unió -este viernes- a la conmemoración del Día Mundial contra la Trata de Personas, evento organizado por el Ministerio del Interior en Cartagena, en el que participaron autoridades locales, cooperantes internacionales y miembros de la sociedad civil.
La alta funcionaria fue enfática en señalar que no puede haber anuencia de las autoridades ni de los ciudadanos con este delito, que también impacta a Colombia. Y aludió al compromiso de frenar este flagelo en ciudades turísticas como Cartagena.
“Durante la primera época de nuestro Gobierno, cuando el Presidente Duque me pidió hacer acompañamiento a Cartagena, nos pusimos en la tarea de convocar a la hotelería, a restaurantes y lancheros, para decirles de qué se trata este delito infame porque son muchas las personas que saben lo que está pasando, pero prefieren mirar al otro lado. Aquí nadie puede tener tolerancia o pretender ignorar algo que es una realidad”, dijo.
Se refirió, además a la vulnerabilidad de las mujeres, en medio de la migración que ha llegado a Colombia. “En nuestro país, desafortunadamente, hemos visto cómo algunas de las migrantes venezolanas están siendo objeto de este tráfico infame e inhumano. Y tenemos que estar conscientes, porque al final del día esa población que llegó a nuestro país, llegó sufriendo, y no podemos permitir que su sufrimiento se acreciente, siendo víctimas de trata de personas. Cada uno de nosotros debe tener la obligación moral, si identificamos que hay niñas venezolanas que están expuestas, de ver cómo ayudarlas y brindarles protección”, sostuvo.
A pesar de los desafíos aún patentes, se mostró esperanzada en que el país logre frenar esta práctica criminal. “Colombia sí va a poder exterminar para siempre esta problemática, que se origine acá o que, desafortunadamente, tenga como destino nuestro país. Esto lo debemos evitar con más observación, mucha más prevención y una acción decidida, permanente de la sociedad para decir: ¡Cero complicidad con la trata de personas en Colombia!”.
La alta funcionaria enfatizó en que esta conmemoración tiene que ser una oportunidad real para actuar. “Tenemos que velar permanentemente por la prevención y por realizar un trabajo mancomunado del sector público y privado, para prevenir, evitar y frenar la trata de personas, en cualquiera de los eslabones que tiene este negocio monstruoso y de la infamia. Desafortunadamente, estos tratos degradantes e inhumanos afectan, en especial, a las mujeres y a las niñas en el mundo entero”, afirmó.
Y es que según cifras de Naciones Unidas, en el 2020, el 65% de las víctimas son mujeres y niñas, y en el caso de Colombia, la cifra alcanza un 82%.
La Vicepresidente y Canciller reconoció que, por fortuna, las sociedades en el mundo están implementando estrategias para hacerle frente a este flagelo. “Es de la mayor importancia que la humanidad esté tomando cada vez más conciencia. Desafortunadamente, todos los días cobra nuevas víctimas en el mundo entero, porque el afán de lucro no tiene límites: hay redes y mafias organizadas para sacar provecho económico de la vulnerabilidad de muchas personas”.
“Cero complicidad con la Trata”
En el marco del evento, el Ministro del Interior, Daniel Palacios, presentó el Plan Nacional de Prevención “Cero complicidad con la Trata”, con miras a fortalecer los procesos de denuncia, desde la articulación y coordinación entre las entidades del orden nacional y las autoridades territoriales.
“Con la presencia del sector privado, el sector hotelero, gastronómico, el turismo y el aeroportuario, estamos diciéndole a la trata de personas que Colombia es un país en donde hay cero complicidad con este delito, y que, a través de ese sello contra la trata de personas, que estaremos estableciendo y poniendo en diferentes lugares del país, estamos dando un mensaje claro a los delincuentes y también estamos generando conciencia”, indicó el Ministro.