Este inicio del año escolar se convierte en una oportunidad para reconocer a las niñas, niños y sus familias desde sus particularidades, a través de la comprensión, el respeto de sus diferencias y la escucha amorosa y atenta.
Llegar al colegio en esta etapa de vida demanda una preparación y una acogida especial para reconocer los sentires y experiencias de niñas y niños, abrazando los momentos de cambio que están viviendo para reducir la incertidumbre, fortalecer el vínculo y potenciar su participación.
Es por eso que desde la Secretaría de Educación del Distrito damos algunas orientaciones para que docentes, familias y cuidadores hagan de la llegada de las niñas y niños un momento cálido, amoroso y de cobijo que fortalezcan su vinculación y permanencia en la escuela.
Algunas claves para la labor de las y los maestros:
- Indaga de dónde vienen las niñas y los niños que ingresan por primera vez al colegio.
- Busca espacios para compartir historias de vida y experiencias en las que se reflejen sus
gustos y necesidades. - Escucha las expectativas, reflexiones, sentires y propuestas que hacen acerca del ingreso al
colegio.
También es importante saber que la acogida implica una mirada comprensiva de las rutinas, rituales,
ritmos y tiempos de las niñas y los niños, que se convierten en elementos claves para potenciar su
desarrollo. De esta manera, les recomendamos a las y los docentes: - Disponer ambientes que vinculen a las niñas y niños a las dinámicas del colegio desde sus
propios ritmos, permitiéndoles relacionar lo conocido con lo nuevo. - Proponer diálogos con que permitan conocer las rutinas y hábitos que hacen parte de la
cotidianidad en su hogar e incluir objetos o dinámicas que faciliten la transición al colegio. - Vincular a las familias a la rutina diaria y dinámica de la institución educativa promoviendo la
confianza y apoyo mutuo en los procesos de tránsito.
Para la construcción de propuestas y estrategias concretas orientadas al momento de acogida se
requiere del trabajo colaborativo y comunicación entre las familias, maestras y maestros, orientadores y equipo directivo.
Algunas orientaciones para las familias y cuidadores: - Ofrecerle a su hijo o hija siempre una escucha amorosa que le permita sentirse seguro y sostenido frente al cambio que está viviendo.
- Establecer diálogos con las y los maestros para exponer sus inquietudes, expectativas, dudas y
temores frente a cómo se está dando la transición de su hijo o hija, así como su experiencia en
la institución educativa durante estos primeros días. - Fomentar hábitos y rutinas en casa que le permitan a su hijo o hija fortalecer los procesos de
autonomía e independencia. - Para ampliar estas reflexiones en torno al sentido que tienen las transiciones efectivas y armónicas en
la educación inicial, tenemos a disposición la Caja de herramientas denominada ‘Educación inicial para
Ser y Crecer’.
Este material pedagógico se basa en el Lineamiento Pedagógico y Curricular para la Educación Inicial
en el Distrito y desarrolla también otros temas como la participación infantil, ambientes pedagógicos,
análisis curricular, observación y seguimiento al desarrollo y atención integral a la primera infancia.
A partir de la cartilla ‘TravEsíAs con Sentido’ se presentan éstas y otras claves que buscan acompañar
las transiciones propias del entorno educativo, entendidas como los cambios individuales y colectivos
que se dan en diversos contextos y que promueven el desarrollo de las niñas y los niños.
En el centro de este proceso esta su experiencia vital como sujetos en relación con sus familias,
maestras, maestros y demás actores que hacen parte de las instituciones educativas para, desde allí,
dar lugar a las múltiples interacciones que se configuran y, por supuesto, a las condiciones más
pertinentes que es preciso garantizar para que estas transiciones sean realmente efectivas y armónicas
(TEA).
Bogotá cuenta con una matrícula en prescolar entre el sector oficial y no oficial de 119.102 niñas y niños
con una población en edades que oscilan entre 3 y 5 años. De esa cifra 74.664 corresponden a la
educación pública y 44.438 a la privada. (Corte 31 de marzo de 2022).