Pérdidas por cerca de 2,5 billones de pesos alcanza hasta el momento el sector del Transporte Público Especial en el país a raíz de la parálisis que experimenta Colombia hace 4 meses, como consecuencia de la pandemia mundial Covid-19. Más de 113 mil vehículos de transporte escolar, de turismo y empresarial se encuentran parados, por lo que es preocupante la situación que atraviesan miles de personas que trabajan y viven de esta actividad.
“Nos estamos muriendo y, no precisamente, con una muerte digna. Quienes trabajamos en este sector clave de la economía colombiana nos sentimos solos, la realidad es muy preocupante, muchas personas dependen de esta actividad y los alivios que hemos recibido podríamos calificarlos como nulos”, dijo Lida Chacón Orjuela, gerente de Lidertur y vocera de ASONALTET (Asociación Nacional de Transporte Especial y Turismo) y otras empresas del sector.
Hace tres meses el gremio tocó las puertas del Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Transporte, solicitando una serie de ayudas para solventar la crisis, pero los alivios que les han entregado no son efectivos, ni están alineados con la realidad del sector. Para citar un caso, a la línea de crédito con Bancoldex ha sido imposible adherirse, pues los empresarios del gremio tienen que acceder a través de bancos de primer piso, que exigen tasas de intermediación que oscilan entre el 5 y el 8%, lo cual no significa alivio de ningún tipo.
“Realmente, el Gobierno se ha quedado solo en promesas y en evasivas. Habíamos solicitado una línea de crédito directa y real con Bancoldex, para que los intereses fueran más bajos, pero no recibimos respuesta positiva a esa petición. Ahora, si hablamos de las obligaciones bancarias que ya se habían adquirido, habíamos solicitado que fueran congeladas o aplazadas por un periodo de 120 días, pero nos siguen causando intereses como en época productiva, así la situación es verdaderamente insostenible, estamos ya en quiebra”, manifestó la vocera del gremio.
A eso se agrega que muchos trabajadores del sector del Transporte Público Especial no han podido acceder al alivio a la nómina, una de las ayudas otorgadas por el Gobierno Nacional en medio de la pandemia, porque les exigen requisitos que ellos no cumplen por tener en este momento sus contratos suspendidos y, así las cosas, los bancos los consideran clientes de alto riesgo.
“El Programa de Apoyo al Empleo Formal (PAEF) nos dice que debemos tener al menos el 80% de la nómina de febrero para aplicar a la de agosto, pero en este momento ya nos vimos obligados a despedir más gente y ya no aplicaríamos a ese subsidio. Sin embargo, todavía tenemos gente por nómina a la que, sin el subsidio, tendríamos que terminarle el contrato. Hemos hecho todos los esfuerzos económicos posibles, hemos vendido propiedades, estamos teniendo que salir de nuestros buses, todo porque estamos asfixiados”, puntualizó Chacón Orjuela.