El concejal Yefer Vega, como vocero de su partido Cambio Radical y de los bogotanos preocupados por la estructura del Plan de Ordenamiento Territorial, desglosa los temas de mayor interés durante discusión en el Cabildo Distrital. Pide que la voz de la ciudadanía y de empresarios interesados en el futuro de sus viviendas y negocios no se desconozca. Estas son las principales inquietudes que le han hecho llegar al cabildante.
La participación ciudadana, un uso del suelo que amenaza con acabar las zonas residenciales y expulsar a Bogotanos de sus hogares, la incertidumbre de empresarios por la localización de sus negocios, la construcción de nuevas viviendas que no solucionan el déficit que tiene la ciudad, la mala planeación de nuevas vías que aumentarían el caos vial en la ciudad y la seguridad sanitaria, son los temas puntuales que preocupan del proyecto POT.
El debate en el Concejo de Bogotá forma parte de uno de los últimos pasos para la aprobación de este proyecto, el cual ha pasado por la recolección de ideas, formulación, concertación ambiental con la SDA y la CAR, concepto del Consejo Territorial de Planeación, espacios de participación en el concejo y Cabildo Abierto. Ahora queda la discusión en la comisión de Plan y en Plenaria del cabildo distrital.
“El debate en el Concejo es de los más importantes porque, como representantes de los ciudadanos, no solo recogemos las inquietudes, preocupaciones, requerimientos y sugerencias de los distintos sectores de la ciudad, sino que evaluamos la correcta ejecución y los resultados de cada uno de los procesos que se llevaron a cabo antes de estos últimos debates para aprobar o improbar este POT”, explica el concejal Yefer Vega, quién recopila también los principales temas que preocupan a los Bogotanos del POT.
La participación ciudadana
Es precisamente uno de los primeros puntos críticos que tiene este POT. “En todos los espacios de participación hemos notado una gran inconformidad de los ciudadanos porque manifiestan que la participación no fue incidente, o que ni siquiera se les socializó el proyecto, y hoy se encuentran con muchas determinaciones del POT que afectan a sus barrios y sus comunidades”, asegura Vega.
Si bien es cierto la pandemia limitó los escenarios de participación, esto no es excusa para tener cifras de participación tan bajas. Los datos de planeación hablan de 22 mil ciudadanos que participaron. Asumiendo que fueron 30 mil, esto representa un 0.41% de los 7.2 millones de habitantes de Bogotá.
Zonas residenciales
Ahora bien, en términos técnicos del POT, las preocupaciones no son pocas: Los ciudadanos están preocupados por la mixtura de usos que prácticamente acaba con las zonas exclusivamente residenciales.
“Están preocupados porque más de 6.900 hectáreas de la ciudad (17% del área de Bogotá) se clasifican como de renovación urbana, y temen ser expulsados de sus hogares; les preocupa también que el panorama de legalización de muchos barrios informales no es claro y, que las soluciones de movilidad nadie las entiende, por ejemplo, no saben qué son los corredores verdes, ni por qué de un momento a otro aparecieron 5 líneas de metro proyectadas, entre muchas otras cosas”, describe el concejal de Cambio Radical.
Gremios económicos en incertidumbre
Pero no solo los ciudadanos están preocupados. Los gremios económicos han buscado al concejal Yefer Vega porque el POT tampoco se construyó con ellos y manifiestan que muchas de las decisiones que se están tomando los afecta seriamente.
“Se les piden más trámites para la localización de empresas, se les exigen más cargas de las que pueden soportar, no se reconocen varios de los llamados “clusters”, que son conglomerados económicos como el de construcción y ferreterías en Paloquemao, o el de contenido gráfico en Las Ferias. Y esto es supremamente delicado en el marco de la reactivación económica”, manifiesta Vega.
Viviendas nuevas
La meta de 589 mil viviendas del POT al año 2035, se queda corta respecto al déficit de 1’067.000 viviendas que el DANE reporta que tendrá la ciudad. Esto afecta la idea de la ciudad de los 30 minutos, desplaza la construcción hacia otros municipios y reduce el empleo.
“Además, la apuesta por la renovación urbana pone en riesgo que no siquiera lleguen a la meta de construir las 529 mil viviendas qproponen, pues la gente sencillamente se opone a ser desplazada de sus hihares”, dice Vega.
Movilidad en la ciudad
En el debate de este miércoles el concejal habló de la decisión de la alcaldesa de construir la ALO Norte en el tramo urbano de Suba, pero puso en duda el diseño que se está proyectando, que alargaría los tiempos de viaje y congestionaría la Av. Cali, además, recalcó porqué la ALO Norte es tan importante para los 750 mil habitantes que viven al occidente de los cerros de Suba y que hoy están embotellados.
También se refirió a la proyección en este POT de las 5 líneas de metro que evidentemente no se construirán en esta vigencia por cuestiones de financiación (a lo sumo 3) y de cómo la conexión de la Av. Boyacá con la Autopista Norte a la altura de Guaymaral puede empeorar los trancones, en lugar de dar soluciones de movilidad.
Residuos solidos
Por último, centró la discusión en la proyección de lugares para la disposición de residuos (polígono de interés) en el relleno sanitario, a partir de estudios básicos y no de detalle, lo cual pone en riesgo la seguridad sanitaria de la ciudad y de los 7 municipios de Cundinamarca que disponen sus residuos en Doña Juana, mencionando que es clave que en el POT se permita modificar este polígono cuando existan dichos estudios de detalle.
Por último, el concejal cerró su intervención haciéndole un llamado a la administración para que atienda las preocupaciones de comunidad y gremios, de manera que el POT pueda ser incluyente y útil para todos los ciudadanos.