La Organización Internacional del Trabajo ha sido enfática sobre la necesidad urgente de crear políticas para prevenir y tratar el estrés laboral. Y si bien, los trabajadores en su día a día tienden a distraerse, una gran mayoría confunde la falta de tiempo para cumplir con sus responsabilidades con una verdadera falta de planificación.
Si bien, las medidas se están tomando, la tarea de usar el tiempo con mayor eficiencia, cumplir con los objetivos laborales y tener calidad de vida, parece una misión imposible. En este punto, las compañías a través de su departamento de Recursos Humanos, tienen la responsabilidad de crear estrategias y guiar a los trabajadores sobre cómo combatir el desorden en el trabajo.
“Generalmente los colaboradores que sufren de un desorden en el trabajo se ven envueltos en pensamientos agobiantes, sumando un peso innecesario en la ejecución de sus tareas. Mientras que aquellos que han encontrado un equilibrio de tiempo versus responsabilidades, piensan distinto porque ven su trabajo desde lo colaborativo, buscan objetivos compartidos, y sincronizan intereses”, señala Natalia Prada, HR Manager de UBITS.
Un ejemplo claro de cómo la productividad puede llegar a verse afectada se encuentra en el uso del celular. Las aplicaciones son creadas para captar la atención, sin embargo, debemos saber usarlas para aprovechar mejor nuestro rendimiento. Pero, ¿cómo lograrlo? UBITS, la plataforma de capacitación corporativa más grande de Latinoamérica recomienda utilizar aplicaciones dedicadas a experiencias valiosas -como breves meditaciones por la mañana, hasta cursos de microaprendizaje en temas de interés- mantener activas solo las notificaciones más importantes y revisar contenidos y mensajes en tiempos planeados.
De acuerdo con el curso “No tienes más trabajo, lo que tienes es desorden”, existen 4 elementos que pueden ayudar a los colaboradores en la consecución de una jornada laboral más productiva:
1. Colaboración. Aquí es importante la búsqueda de propósitos comunes y compartidos, así como una orientación al trabajo en equipo.
2. Prioridades. En este punto, se recomienda separar los temas de vital importancia, de aquellas tareas más triviales, prefiriendo responsabilidades alineadas con los objetivos principales y dedicando tiempo a una sola acción a la vez.
3. Uso inteligente de herramientas. En este punto se busca que el colaborador ponga el foco en temas como el uso del celular para lograr metas específicas y no haciendo uso del mismo para distracciones -sobre las cuales se debe tener un horario asignado-.
4. Flexibilidad. En este paso, el propósito debe estar enfocado en transformar positivamente prácticas cotidianas, resaltando los resultados positivos que pueden obtenerse al encontrar alternativas distintas para cumplir con el trabajo diario.
“Es importante reconocer que la mentalidad que tengamos frente a las responsabilidades en nuestro trabajo y las decisiones que tomemos sobre cómo abordarlas, hacen la diferencia. Por eso, buscar opciones que puedan ayudarnos a ser más productivos debería ser la meta que nos propongamos como profesionales, solo así podremos contar con tiempo de calidad para nuestras actividades personales y familiares”, menciona Prada.