Luego de más de 8 meses de restricciones totales a su operación, un número importante de exhibidores de cine abrimos las puertas al público, con el cumplimiento de los más estrictos protocolos de bioseguridad y con aforos que en ningún caso han superado el 35% de la capacidad instalada. La evidencia mundial ha demostrado que el cine no es un espacio de riesgo para la propagación del virus COVID 19 y es, por el contrario, un ambiente de sano y seguro esparcimiento familiar que contribuye de forma significativa con la recuperación de la salud mental de los colombianos.
Como empresas entendemos y nos solidarizamos con las autoridades que tienen la responsabilidad de prevenir situaciones de riesgo sanitario, como ocurre alrededor de las aglomeraciones que pueden acarrear las festividades de fin de año, pero implementar medidas de manera indiscriminada, que no consultan la dinámica de cada sector y que, por el contrario, tienen la capacidad de aniquilar por la vía de un acto administrativo la frágil y precaria situación económica que hoy les aqueja, no se evidencia como una fórmula de estudiada y cuidadosa ponderación.
La asistencia de los espectadores al cine está garantizada por las actuales disposiciones de bioseguridad y no es propensa a generar ningún tipo de aglomeraciones, pero al ser considerada como una típica actividad comercial para efectos de las actuales e intempestivas medidas de restricción, termina siendo lesionada por cuenta de una generalización injustificada.
De ninguna manera esta solicitud pretende plantear un dilema entre la salud y las actividades económicas. Lo que se solicita a los Señores Alcaldes es que a la hora de adoptar medidas restrictivas de alto impacto no se dejen a un lado las especificidades de cada actividad para asegurar que la prevención de un mal no ocasione otros peores, más cuando se trata, como en este caso, de empresas que tanto contribuyen positivamente con la sociedad, con las finanzas públicas, con el empleo, y que están haciendo los mayores esfuerzos por salir adelante, pese a la dificultad del momento y a la desafortunada falta de atención y apoyo por parte de las autoridades nacionales y locales.