¿Quieres vivir más y mejor? Empieza por llenar tu plato de colores.

“Comer verduras no es solo un hábito saludable, es una inversión en la calidad de vida”.

Así lo asegura Daniela Alejandra Acero, Profesional Nutricional de EPS Famisanar, que resalta el papel clave que tienen estos alimentos en la prevención de enfermedades y en la promoción de bienestar a lo largo de todas las etapas de la vida: niños, jóvenes, adultos y adultos mayores.

Los vegetales son fuente de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, nutrientes esenciales que ayudan a regular funciones clave del organismo como la digestión, la defensa contra infecciones, la salud cardiovascular y la prevención de enfermedades crónicas.

Además, al ser bajos en calorías y ricos en agua, ayudan a mantener un peso saludable.

Por lo cual, el experto de la EPS Famisanar recomienda consumir entre 2 y 3 porciones de frutas y verduras al día.

Una manera sencilla de lograrlo es seguir la guía del “Plato Saludable”, que propone que la mitad de cada comida esté compuesta por estos alimentos, incorporando variedad de colores, preparaciones y texturas.

Además, estos son algunos de los nutrientes que se encuentran en los vegetales dependiendo de su color:

●Amarillos/Naranjas: como zanahoria o auyama, aportan carotenoides (vitamina A) que fortalecen la visión, la piel y el sistema inmune.

●Verdes: como brócoli o espinaca, ricos en hierro, calcio, folatos y vitamina K, aliados de la sangre, los huesos y la digestión.

●Rojos/Morados: como tomate o remolacha, contienen licopeno y antocianinas, antioxidantes que cuidan el corazón y reducen riesgos de algunos cánceres.

Asimismo, la EPS Famisanar invita a comer vegetales durante todas las etapas de la vida.

En el caso de los niños, la sugerencia es incluir opciones con colores llamativos y texturas suaves, como zanahoria, calabacín y pepino.

Para que este hábito se vuelva parte de su día a día, la clave está en dar ejemplo: involucrarlos en la preparación, presentar los alimentos de manera atractiva y creativa, sobre todo, evitar que lo vivan como una obligación.

De esta manera, el consumo de vegetales se convierte en una experiencia positiva que fortalece su relación con la alimentación saludable.

En el caso de los jóvenes, se recomienda el consumo de ensaladas variadas con remolacha, tomate y pimentón, que aportan energía, vitaminas y minerales para el crecimiento, el aprendizaje y el rendimiento escolar y deportivo.

Por su parte, en los adultos es clave incluir vegetales como el brócoli y la coliflor, ricos en antioxidantes y fibra, que ayudan a proteger el corazón y a mantener una buena digestión.

Finalmente, en los adultos mayores, se sugiere realizar preparaciones suaves y fáciles de masticar, con verduras de alto aporte nutricional como la ahuyama, acelga y espinaca cocida, que fortalecen huesos, músculos y defensas.

EPS Famisanar recuerda que una valoración clínica, acompañada de exámenes de laboratorio, es fundamental para detectar de forma oportuna permiten identificar deficiencias nutricionales, como falta de hierro, vitamina A o vitamina C, que suelen aparecer cuando no se incluyen suficientes vegetales en la dieta.

En conclusión, las verduras no son un solo complemento en el plato, son protagonistas de la buena salud y, consumidas diariamente, se convierten en un escudo protector para toda la familia.

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