El sabor colombiano se hizo sentir en la clausura del Festival

Siete días de un canto por la esperanza, el nuevo amanecer y la vida llegaron a su fin este domingo, con un magnífico concierto de clausura del 37º Festival Nacional de la Música Colombiana en el parque Manuel Murillo Toro, en el que se congregaron algo más de 3.000 personas para cantar con Colombia.

En esa última tarde de celebración, organizada por la Fundación Musical de Colombia, que preside la Sra. Doris Morera de Castro, la primera protagonista fue la Banda Sinfónica del Tolima, que, con la batuta del maestro Reynaldo Murillo Cruz, puso las notas del Himno nacional y el Bunde tolimense, para dar paso a momentos musicales inolvidables que resumían la semana vivida en Ibagué.

Uno a uno, los compositores y duetos ganadores de los concursos nacionales Leonor Buenaventura y Príncipes de la Canción recibieron su placa conmemorativa con el agradecimiento de la Fundación Musical de Colombia por haber participado en la versión 2023 del Festival.

Las presentaciones

El despliegue del pentagrama inició con, proclamado Príncipes de la Canción 2023, que brindó un pequeño pero emotivo repertorio, con clásicos de nuestra región andina, en las voces e instrumentos de Julián David e Iván Camilo Torres, con la compañía de Alexander Garzón en el bajo eléctrico.

Otro momento para enmarcar fue la despedida de Maderas, dueto caqueteño ganador de 2022. Anderson Fabián España y Cristian Camilo Álvarez dejaron al público su agradecimiento en cada nota: “Para nosotros fue un honor y un placer ser sus Príncipes”, como lo dijo Anderson al inicio de esta presentación.

Al escenario también se subió, experimentado trío instrumental que desde 1996 ha llenado recintos en Colombia y otros países con su propuesta a cargo de Ricardo Varela Villalba, Edwin Castañeda y Carlos Acosta de Lima, llevando la música en formato de tiple, requinto y bajo, respectivamente.

Llegó después la cantautora colomboirlandesa Katie James, para ratificar su amor por el Tolima con una presentación muy sensible, en la que, entre sus versiones de varias obras clásicas de la música andina colombiana, incluyó una creación propia que el público le ayudó a bautizar ‘Tolima, te llevo en mí’. Fue un amor a mil voces.

La carga de energía siguió subiendo y, a eso de las 6 de la tarde, el turno fue para Adriana Lucía, quien antes de su presentación recibió la distinción Tiple de Oro de manos de la presidente de la Fundación, Doris Morera de Castro. Fue una deuda saldada, luego de tres años de que la pandemia por Covid-19 impidiera su llegada a la Capital Musical.

Así empezó la poderosa presentación de esta cordobesa, quien durante una hora orientó un recorrido por sus 25 años de éxitos musicales, con una surtida muestra de porro, cumbia, pop y rock, al igual que un emotivo homenaje a los aires del interior, manifestado en el vals ‘Espumas’ y el pasillo ‘Hurí’.

Para el final, lo prometido: Herencia de Timbiquí, que con toda su energía entregó lo mejor del repertorio del Pacífico colombiano reflejado en canciones festivas y sentidas que calaron por igual en el alma de ibaguereños y visitantes.

“Hay lugares a los que uno va por diversión; hay lugares a los que uno va por prestigio y por eso estamos aquí. Yo sé que todos los artistas colombianos quieren estar en Ibagué y, más, en este evento, que no es cualquier evento”, aseguró Wegner Vásquez, uno de los vocalistas de esta agrupación.

De esta manera, con la unión de un país a través de sus notas, finaliza una edición más del Festival Nacional de la Música Colombiana, con la invitación a que la edición número 38 sea mucho más especial, cuando se celebre en marzo de 2024. 

Con el apoyo del Ministerio de Cultura, Programa Nacional de Concertación Cultural, Gobernación del Tolima y Alcaldía de Ibagué.

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