“Un día lo soñé y hoy está pasando”, fueron las palabras de Gustavo Sánchez tras quedarse con la medalla de plata en la modalidad de solo libre en el Mundial de Natación que se llevó a cabo en Fukuoka, en julio del año pasado. Siete meses después esa felicidad se triplicó, después de los dos bronces que logró en el Campeonato Mundial que se disputa en Doha.

“Sensación muy especial, porque la luché muy duro. Fue una rutina muy especial y a su vez demasiado fuerte y vi lejos el podio, pero al final nos sonrió”, dijo con una enorme sonrisa después de finalizar la prueba de solo libre, dos días después de haber ganado el bronce en la modalidad de solo técnico. “Pensé que había perdido la medalla. Una vez supe el resultado lloré de emoción”, añadió.

Doha se ha convertido en una ciudad de ensueño para Gustavo Sánchez. En Fukuoka inscribió su nombre en la historia de la natación colombiana tras conseguir la medalla de plata y convertirse en el segundo atleta nacional en lograr un puesto en el podio de un Mundial de Natación, después de que lo lograra Orlando Duque en Barcelona 2013.

Pero en la capital de Catar su nombre se realzó: se convirtió en el primer colombiano en lograr dos medallas en una edición en el Mundial de Natación y amplió su palmarés, que ya suma una plata y dos bronces mundiales, además de las tres medallas de plata que logró en la Copa del Mundo de Natación Artística, en Egipto; los dos oros logrados en la World Series de Natación Artística, en Francia y Australia y los siete bronces en las Copa Mundo de España, Egipto y Francia.

De a poco, el nombre de Gustavo Sánchez va ganando peso en el deporte colombiano, su presencia es sinónimo de alegría, de orgullo. Aún su carrera está despegando, como el mismo dice: “tengo mucho por dar y sé que vamos por buen camino”, pero desde ya, con sus rutinas, posiciona a Colombia como potencia deportiva a nivel mundial.