La Gobernación de Cundinamarca confirmó este miércoles que, a partir del 4 de junio, se abrirán las compuertas de la Central Hidroeléctrica El Guavio, en un procedimiento controlado destinado a gestionar el incremento de caudales provocado por las lluvias persistentes de las últimas semanas.
La decisión, comunicada oficialmente por la empresa Enel Colombia, se enmarca dentro del Plan de Gestión del Riesgo de la central, una de las más relevantes del sistema energético nacional.
El anuncio, aunque no representa un riesgo inmediato para la población, activa un conjunto de recomendaciones orientadas a prevenir incidentes aguas abajo, en especial en los márgenes de los ríos Guavio y Upía, que podrían experimentar aumentos súbitos en su nivel. Las autoridades departamentales han exhortado a las comunidades ribereñas a mantenerse alerta, evitar el uso de las zonas aledañas y restringir el tránsito de personas y animales en esos sectores.
El procedimiento no es nuevo, pero siempre genera inquietudes. El Guavio, inaugurado en 1992 y ubicado entre los municipios de Gachalá y Ubalá, es una infraestructura crítica tanto por su capacidad de generación como por su compleja interacción con el entorno natural. Con una producción superior a los 1.100 MW, abastece una porción significativa de la demanda eléctrica del país, lo que convierte cualquier maniobra técnica en un asunto de interés nacional.
En años anteriores, especialmente durante temporadas de lluvias intensas, se han registrado procesos similares de apertura de compuertas, pero cada episodio exige atención renovada. El historial de emergencias en territorios ribereños ha dejado enseñanzas costosas sobre la necesidad de comunicación oportuna y medidas preventivas eficaces.
Por ello, la Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo de Desastres de Cundinamarca (UAEGRD) informó que mantiene una coordinación estrecha con los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo para asegurar vigilancia permanente sobre los cambios en el comportamiento hídrico y activar, si es necesario, los protocolos de emergencia.
La apertura de compuertas es una medida técnica controlada y previsible. Sin embargo, las condiciones climáticas extremas de este año han obligado a mantener los sistemas de monitoreo en alerta máxima, explica la UAEGRD.
El fenómeno actual se suma a un patrón climático que ha puesto en tensión varias infraestructuras hídricas del país, reavivando el debate sobre la necesidad de fortalecer la resiliencia de las comunidades rurales ante eventos naturales cada vez más frecuentes e intensos, y sobre la responsabilidad compartida entre operadores privados, gobiernos locales y ciudadanía.
El Guavio, ícono de la ingeniería energética del país, está hoy en el centro de una coyuntura que exige equilibrio entre el aprovechamiento del recurso hídrico y la seguridad de las poblaciones que conviven con sus ríos. La gestión del riesgo no es solo técnica: es también social, histórica y política.
Las autoridades hacen un llamado a la prudencia y a mantenerse informados a través de los canales oficiales de la Gobernación de Cundinamarca, la UAEGRD y los gobiernos municipales. Lo que está en juego no es solo una central hidroeléctrica: es la confianza ciudadana en la capacidad del Estado para proteger la vida en medio de la fuerza impredecible de la naturaleza.