En Cucunubá, la cría de ovejas se convierte en motor de emprendimiento rural.

Lo que empezó como un sueño de campo hoy es una realidad productiva para 25 familias de Cucunubá, que han comenzado a transformar sus fincas con la cría de ovejas de raza Mora Colombiana, una especie autóctona de alto valor para el país.

Con el respaldo de la Gobernación de Cundinamarca y el trabajo articulado con la Alcaldía municipal, estas familias recibieron 50 ovejas, 2 machos reproductores y los materiales necesarios para construir sus propios apriscos.

El resultado, unidades productivas en marcha, con animales en buen estado y las primeras esquiladas realizadas, listas para iniciar procesos de transformación artesanal de la lana.

Más allá de la entrega de animales, el acompañamiento ha sido clave. Equipos técnicos han brindado formación en manejo sanitario, construcción de espacios adecuados y aprovechamiento del producto, apostándole a un modelo de negocio que combina tradición, sostenibilidad y oportunidades reales de ingreso, contribuyendo al desarrollo económico local y a la conservación de una raza ovina autóctona de alto valor para el territorio.

“El proceso ya muestra resultados. Las familias están comprometidas, los apriscos están terminados y las ovejas en excelentes condiciones. Esta es una muestra de que el campo tiene futuro cuando se trabaja con enfoque y sentido de pertenencia”, afirmó afirmó Wilson Castro, Gerente de la Dirección de Cadenas y Sistemas Productivos de la Secretaría del Agrocampesinado.

Este proyecto permite dinamizar la economía rural desde iniciativas concretas que respetan el entorno y potencian la identidad territorial. En Cucunubá, la lana vuelve a tener valor, y con ella, la esperanza de un campo más productivo, digno y sostenible.

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