CAR fortalece operativos para frenar malas prácticas en la industria porcícola de su territorio.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR impuso medidas preventivas a parias agroindustrias porcícolas que al parecer estaban generando afectaciones sobre los recursos agua, aire y suelo en zona rural de los municipios de San Juan de Rioseco, La Vega, Nocaima San Antonio del Tequendama y Cucunubá.

En la vereda Bulucaima de La Vega, el equipo técnico de la Regional Gualivá identificó una posible contaminación por vertimientos al suelo por las descargas continuas de una porcícola con capacidad de producción de aproximadamente
1.300 cerdos.

De la misma manera, en la vereda El Volcán del municipio de Nocaima, se determinó que los vertimientos de esta misma actividad eran conducidos a través de una tubería que descargaba en una pendiente cerca a la quebrada Moya.

El director de la regional Gualivá, Gratiniano Suárez afirmó que además del posible impacto sobre el suelo, la actividad en estos municipios estaría contaminando varias fuentes hídricas aledañas, producto de la infiltración de estos vertimientos.

Mientras tanto en la vereda El Limón, en San Juan de Rioseco, también se detectó el mal manejo de vertimientos líquidos provenientes del lavado de corrales y la generación de excretas de los cerdos que estaría alterando las condiciones del suelo, así como un impacto sobre el recurso aire por los olores que se desprenden de al menos 7 cajas rebosadas con excretas sin un adecuado tratamiento, ocasionando perjuicios a los predios vecinos.

De acuerdo con lo reportado por el director regional Magdalena Centro de la CAR, Juan Carlos Escobar, se impuso la medida preventiva en esta agroindustria que cuenta con 73 cerdos de cría y levante, y en donde se presume
que en sus procesos no se acatan protocolos de higiene de pozos ni manejo de vertimientos en forma adecuada.

Una medida preventiva más se impuso desde la dirección regional Tequendama en la vereda Quebrada Grande del municipio de San Antonio de Tequendama,
por la posible descarga de residuos sólidos y líquidos generados también por la actividad porcícola.

En la visita se determinó que el área de infiltración disponible
es demasiado pequeña para manejar los desechos de los 18 animales presentes en el lugar.

Nidia Cruz, directora de la regional Tequendama subrayó que “la medida obedece a la posible afectación al recurso suelo, por lo que se ordena la suspensión de la actividad y se invita a la comunidad a sumarse a las niciativas de producción limpia, amigable y responsable con el entorno, a fin no afectar algún recurso natural”.

Finalmente, la Dirección Regional Ubaté también impuso medida preventiva en el municipio de Cucunubá, vereda Buita, donde se identificaron afectaciones ambientales significativas, especialmente en el recurso hídrico subterráneo, debido a la infiltración de aguas residuales no domésticas, así como al recurso
suelo.

Estas aguas residuales estaban siendo almacenadas directamente en el suelo a través de dos reservorios.

La porcícola que recibió la medida ejercía la actividad de crianza, levante y ceba de cerdos con fines comerciales, contando con tres galpones y una capacidad instalada para 600 animales.

Frente a esta situación, Bryan Martínez, director regional de Ubaté, hizo un llamado para que esta actividad se realice de manera responsable, teniendo en
cuenta el manejo adecuado de los residuos orgánicos a fin de evitar afectaciones adicionales.Con estas medidas la Corporación reafirma su compromiso por la protección de los recursos naturales e invita a la comunidad a atender los permisos y requisitos que la legislación ambiental exige para este tipo de actividades productivas, de tal manera que se desarrollen sin impactar el ambiente.

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