En 2031 la ciudad proyecta recibir $901 mil millones por este concepto. La información la revela un estudio de la Secretaría de Movilidad.
El Concejal Rolando González cuestionó la ampliación del pico y placa a 15 horas diarias,
señalando que es una medida que solo busca recaudar dinero para cubrir el déficit financiero del sistema de transporte público y no está pensada para reducir la congestión en la ciudad que surgirá por las múltiples obras viales, como lo había anunciado la Alcaldesa Mayor.
El cabildante reveló los datos del estudio realizado por la Secretaría de Movilidad que
sostiene esta medida denominado, “Segunda fase del Permiso Especial de Acceso a Área
de Restricción Vehicular (PEAARV)” que busca en los próximos años, un recaudo de hasta
un billón de pesos; según las cifras se espera que cada año sean más los vehículos que
paguen por circular en la ciudad, con la aplicación del pico y placa “solidario”.
El recaudo tendría un aumento progresivo, es decir $50 mil millones en el 2022, $124 mil
millones en 2023, $260 mil millones en el 2024 y así sucesivamente. La proyección financiera que hace el distrito evidencia que, en el año 2031, la ciudad espera recibir $901 mil millones de pesos por este concepto.
El estudio de la entidad también señala, que las personas pueden pagar para evitar la restricción por semestre y no por meses: “Con respecto al pase mensual, se espera que no sea un pase muy atractivo por su temporalidad, ya que para las personas que habitualmente tienen viaje todos los días, sería más económico adquirir el pase semestral.”, destaca el documento.
Incluso afirma que el 72% de los vehículos que
comprarían el pase semestral, lo comprarían por segunda vez en el mismo año, lo que significa doble recaudo para el distrito y mayor uso del vehículo por parte de los bogotanos.
El mismo documento señala, que con el “pico y placa solidario” la velocidad promedio se
reduce entre 5,2% y 12,2% para los carros particulares, lo que lleva a un aumento del uso
de los mismo en un 8%.
El concejal González concluye que el distrito no está interesado en mejorar los tiempos de
congestión y la movilidad de los ciudadanos y señaló que la medida es regresiva porque golpea el bolsillo de los bogotanos especialmente de la clase media, quien en su mayoría optará por pagar ya que vería en esta una oportunidad para poder utilizar su vehículo todos los días, esto teniendo en cuenta que en el estrato tres, el 40% de los hogares dispone de
un vehículo particular, mientras que en el estrato cuatro, el 50% cuenta con carro y serían estos quienes finalmente preferirán esta opción que les permitirá tener más tiempo su vehículo rodando por la ciudad.