Bogotá es la ciudad que mayor inversión de recursos propios destina para el Programa de Alimentación Escolar – PAE, en una operación que garantiza el suministro de más de 840
mil raciones diarias a través de las modalidades de comida caliente y refrigerio escolar a todos los estudiantes distritales, durante el 100% del calendario escolar.
En esta operación, los estudiantes tienen un rol fundamental no solo como destinatarios de un complemento nutricional diario, sino como parte activa para garantizar preparaciones nutritivas y agradables a la vista, al tacto y al gusto.
En este sentido, recientemente se realizaron pruebas organolépticas de menús especiales para esta vigencia en los colegios Tomas Carrasquilla y Rafael Bernal Jiménez, en las que participaron representantes estudiantiles y voluntarios, quienes evaluaron las características de los alimentos como sabor, olor, color y textura.
En general, las preparaciones fueron del agrado de los estudiantes, especialmente los alimentos proteicos, cereales, tubérculos y postres. A nivel técnico, sus opiniones fueron fundamentales para la incorporación de ajustes como la combinación de jugos, reducción de sazonadores naturales y disminución de aceite en algunas preparaciones.
Finalmente, se aprobaron los menús especiales con el aval de los estudiantes, destacando la importancia de sus aportes en términos de alimentación, gustos
y preferencias, manteniendo siempre un equilibrio nutricional adecuado para su crecimiento y desarrollo.
En total son 8 menús especiales para desayuno y 8 para almuerzo, los cuales se rotan mensualmente para garantizar una experiencia culinaria variada y agradable para los estudiantes.
Se selecciona uno al mes para su entrega en las instituciones educativas, y otro en el marco de fechas emblemáticas como el Día de la niñez (abril), el Día mundial de la alimentación (octubre), el Día del estudiante, el Día del niño (octubre), y los aniversarios de los colegios.
Estos menús incluyen todos los componentes requeridos, se destacan por ofrecer alimentos y preparaciones diferentes e innovadoras que no son habituales en el ciclo estándar de menús, y son diseñados cuidadosamente para ser del agrado y asegurar una alta aceptabilidad entre las y los estudiantes, cumpliendo con los requerimientos de energía y nutrientes en cada grupo etario, conforme a los estándares establecidos en la Resolución 335 de 2021 de la Unidad Administrativa Especial de Alimentación Escolar.
Es de señalar, que además de las pruebas de menús especiales, el Programa de Alimentación Escolar
(PAE) realiza ajustes continuos a las preparaciones del ciclo regular basándose en la retroalimentación
de los Comités de Alimentación Escolar, encuestas de percepción realizadas a los estudiantes, y otros
espacios de participación estudiantil.
Una experiencia llena de sabor Estudiantes del colegio Distrital Rafael Bernal Jiménez participaron en la prueba sensorial de alimentos en compañía del equipo técnico del PAE integrado por nutricionistas, chefs e ingenieros de alimentos, así como la interventoría del Programa y otros expertos que evaluaron la calidad de los productos y las preparaciones.
“Buscamos identificar nuevos menús y preparaciones que hagan parte del ciclo de menús que entregamos en el PAE, reconociendo la voz de las y los chicos frente a estas nuevas preparaciones”, explicó Claudia León, líder del programa de la Secretaría de Educación. Una vez finalizada la prueba, si las preparaciones nuevas son de alta aceptación, pueden ser integradas en los menús habituales del
PAE, permitiendo así una mayor diversidad en la alimentación ofrecida.
“Me pareció muy chévere, los menús estaban muy ricos y me parece buena la idea de tener en cuenta la opinión de los estudiantes. Esto deja un buen balance, estaba no solamente rico, sino que también se notaba que eran comidas balanceadas y nutritivas.
Además, ayuda a que el desperdicio disminuya y que todos los estudiantes puedan apreciar y disfrutar este beneficio”, comentó Ana Carolina Torres, estudiante de 9º grado tras hacer la prueba.
Dentro de las preparaciones probadas para el desayuno se incluyeron chocolate endulzado con panela,
huevos napolitanos, calentado, mazorcada, parfait, caldo de carne y ensalada de frutas; y para almuerzo
se integraron preparaciones como carne de res con chimichurri, pollo a la barbacoa, papas a la francesa, cerdo griego, arroz pajarito, arroz con verduras, variedad de ensaladas y algunos postres como la gelatina.
“A mí lo que más me gustó fue la carne de cerdo con la salsa, estuvo deliciosa. La que menos me gustó fue la ensalada caliente por la apariencia y la textura”, detalló Ana Carolina.
Nicolás Reyes, personero del colegio Rafael Bernal Jiménez, recalcó: “están super deliciosos, también nutritivos y balanceados para cada estudiante.
Esto nos ayuda mucho para no tener problemas de obesidad, diabetes, o cualquier otro en nuestro organismo.
Una buena alimentación nos hace concentrar más, las frutas nos ayudan en muchas cosas, por ejemplo, el banano tiene potasio, la zanahoria nos
ayudan con la visión, en diferentes cosas nos ayudan a mejorar nuestro nivel intelectual”.
“Haremos un proceso de sistematización de estas opiniones, atendemos las recomendaciones en
términos de disminuir algunos componentes o ingredientes. Si el menú es completamente aceptado, lo
dejamos tal cual, y empezamos a integrar estos menús en el ciclo tradicional que se establece para los
desayunos y almuerzos”, aclaró la líder del PAE.
Conozca aquí más sobre la experiencia https://youtu.be/VX5Al7DhOGs
En este espacio también se realiza la verificación de las preparaciones en contrastes de texturas, porciones y sabores. Se considera además la modalidad de almuerzo transportado para realizar los ajustes y garantizar su entrega en las instituciones beneficiarias.