La Alcaldía de Bogotá a través de la Secretaría de Desarrollo Económico y el Instituto Distrital de Turismo (IDT) anunció que el primer piloto de Bogotá a Cielo Abierto, protocolo de reapertura gradual de negocios, está programado del 20 al 23 agosto. La propuesta busca avanzar la reactivación económica de algunos sectores económicos, arrancando por el renglón gastronómico, bajo estrictos requerimientos de bioseguridad, que permitirán a la ciudadanía vivir la experiencia urbana de una nueva manera.
Las zonas que hacen parte de la apertura serán: Chapinero, Santa Fe, La Candelaria,Usaquén, Puente Aranda, Tunjuelito, Teusaquillo, Kennedy, Barrios Unidos. Por el momento, queda una zona más para definir de acuerdo a la evolución de la pandemia.
En total se contemplan 30 tramos de reactivación comercial al aire libre, incluyendo uso de espacios como andenes, plazas, cerramientos y parqueaderos, entre otros.
De acuerdo con la Alcaldesa Mayor de Bogotá, Claudia López, “con esto vamos a lograr además que la gente deje de usar un poco el carro, pues la invitación es que la ciudadanía use otros medios de movilidad y disfrute la ciudad al aire libre, con todas las protecciones
necesarias”.
Por su parte, la secretaria distrital de desarrollo económico, Carolina Durán, destacó que “Esto es un piloto con carácter de permanencia, que nos va a permitir reactivar la ciudad con puntos neurálgicos en la economía, pero como parte de un plan táctico”.En el futuro seespera que Bogotá a Cielo Abierto permita abrir las puertas de otros renglones económicos como los cines, los gimnasios y otras actividades culturales.
Los restaurantes interesados en participar en este primer piloto podrán inscribirse gratuitamente en el sitio bogota.gov.co/reactivacion-economica. Los negocios recibirán capacitación para la implementación de protocolos de bioseguridad, pero adicionalmente deberán garantizar la digitalización de sus menús y medios de pago y el uso de un sistema tecnológico para realizar reservas, que será de carácter obligatorio, pero quedará a elección del comerciante y puede ser una herramienta de código abierto sin costo.
Por otra parte, los establecimientos tendrán que contar con una señalización que garantice el distanciamiento físico de 2 metros entre personas y mesas.
El tiempo de estadía para los comensales será de máximo 2 horas. Los lugares a cielo abierto también deben instalar dispensadores automáticos de elementos de aseo, jabón y gel antibacterial, además de barreras protectoras para realizar los pagos.
“Ahora mismo el espacio exterior es nuestro mejor aliado por lo que esta es una oportunidad de cuidar la vida, disfrutar de nuestra gastronomía y a la vez generar ingresos a las empresas.
Será un piloto que llegará para quedarse si contamos con la responsabilidad y compromiso de todos”, afirmó Karol Fajardo Mariño, directora del Instituto Distrital de Turismo (IDT).
Finalmente, la secretaria Carolina Durán recordó que “El éxito del piloto dependerá del comportamiento de los bogotanos y por esta razón el llamado es a seguir manteniendo la corresponsabilidad para que la apertura inteligente de los sectores sea una realidad”.
Bogotá a Cielo Abierto tendrá en cuenta la experiencia y los importantes aprendizajes que han logrado países como Francia y España, que abrieron sus espacios acatando las medidas de bioseguridad y así activar al sector de la gastronomía.
MJM