En un mundo cada vez más preocupado por la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa, las empresas han asumido un papel fundamental al reconocerse parte de la sociedad y trabajar cada vez más, para ser agentes de cambio.
Por esta razón, muchas más compañías vienen adoptando mejores prácticas y reconocen la importancia de medir su impacto social y ambiental; evaluar su desempeño en cuanto a la reducción de emisiones de carbono, la conservación de recursos naturales, la gestión de residuos, el bienestar de sus colaboradores y de las comunidades locales.
Las empresas líderes en sostenibilidad han comprendido que la rendición de cuentas no solo implica informar sobre resultados financieros, sino también sobre la dimensión social y ambiental en sus operaciones. Esto les permite establecer metas y tomar mejores decisiones enfocadas en generar bienestar a las personas y al planeta; lo que al mismo tiempo fomenta la transparencia y la confianza con inversores, consumidores, colaboradores y toda la comunidad en general.
Impacto positivo en la sociedad
Sistema B es una iniciativa global que promueve y certifica empresas que buscan generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, cuenta con una evaluación gratuita y en línea con la que pueden medirse todas las empresas del mundo.
La Evaluación de Impacto B es una herramienta que permite medir, gestionar y mejorar el desempeño de impacto positivo para el medio ambiente, las comunidades, los clientes, los proveedores, los empleados y los accionistas.
Esta evaluación que ha sido realizada por más de 200.000 empresas en 80 países alrededor del mundo proporciona una base sólida para la toma de decisiones estratégicas, además brinda información clave para comunicar las acciones de sostenibilidad y demostrar el compromiso de la empresa con la sociedad.
“Al asumir la responsabilidad de sus acciones y rendir cuentas de manera transparente, las empresas pueden ser impulsoras del cambio positivo y contribuir a construir un futuro más inclusivo, equitativo y regenerativo”, asegura Camilo Ramirez, Director Ejecutivo de Sistema B Colombia.
El proceso de evaluación se realiza a través de la página web de B Lab y esta se adapta al tamaño y al sector de las empresas, lo que permite que desde pymes hasta grandes multinacionales, puedan medirse y tener una visión clara de su desempeño actual, identificando oportunidades de mejora en términos de sostenibilidad y responsabilidad social.
La herramienta mide a las empresas en cinco áreas de impacto: gobernanza, colaboradores, comunidad, medio ambiente y clientes. En donde, se responden preguntas tan diversas como: ¿Qué porcentaje de la empresa es propiedad de trabajadores a tiempo completo? (excluyendo fundadores ejecutivos), ¿Su empresa monitorea y registra su producción universal de residuos?, ¿Cómo verifica que su producto mejora el impacto de las organizaciones de sus clientes?.
“La evaluación abarca una amplia gama de aspectos, desde la gestión de residuos y el consumo de energía, hasta la participación comunitaria y la equidad en el lugar de trabajo. Al completar la evaluación, las empresas reciben un informe con recomendaciones y pautas para mejorar su desempeño y avanzar en su estrategia de sostenibilidad”, asegura Ramírez.
Además de esto, el Movimiento B, cuenta con programas de medición personalizados para las empresas que decidan iniciar su proceso, con acompañamiento de Sistema B.
Certificación garantizada Al finalizar esta evaluación, aquellas compañías que reciben un puntaje mínimo de 80 puntos pueden iniciar su proceso de verificación para obtener la Certificación como Empresa B.
En caso de que la empresa decida certificarse, la organización Sistema B, analiza su elegibilidad y, en conjunto, se definen los procesos que debe seguir la organización para alcanzar este objetivo.
“Al final, las empresas que se certifican como Empresa B no son perfectas, pero asumen un compromiso de mejora continua y ponen su propósito empresarial socioambiental en el centro de su modelo de negocio”, agrega el directivo. De acuerdo con el informe The Business Case for Purpose, elaborado por EY Beacon Institute y Harvard Business Review Analytic Services, el 73% de las empresas con un propósito claro, superaron las expectativas de beneficios; en comparación con el 48% de las empresas que no tenían un propósito claro.
Por otro lado, de acuerdo con el segundo estudio sobre la agenda de sostenibilidad en el mercado empresarial de Latinoamérica, liderado por CIO Investigación, SEEKMENT y SAP, en la que participaron más de 410 altos ejecutivos de las principales empresas medianas y grandes de Argentina, Brasil, Colombia y México; se encontró que 69% de las compañías en la región tienen una estrategia de sostenibilidad en curso, comparado con un 46% en el estudio presentado a principios de 2021.
Además, seis de cada 10 compañías que están de la región, afirman que tener una estrategia de sostenibilidad es parte de su propósito, así como un elemento clave en la construcción de su perfil reputacional (63%), donde existe además un compromiso por parte del CEO y de la junta directiva (58%).
Esta es una fuerza de cambio que crece cada día más en la región, lo que ha hecho que las empresas incluyan la sostenibilidad en el centro de su estrategia de negocios; un proceso en el que es clave contar con herramientas que les puedan ayudar a dar ese salto.