Ya sea para visitar sus pueblos llenos de colores como Guatapé, disfrutar de sus ferias como la Feria de las Flores, de su gastronomía con platos típicos como la bandeja paisa o visitar Medellín, hoy en día la segunda ciudad más poblada del país, sin duda Antioquia es uno de los destinos más versátiles de toda Latinoamérica, por lo cual visitar esta región de Colombia será siempre una gran experiencia tanto para nacionales como para extranjeros.
Y es que el turismo es en definitiva uno de los propulsores económicos de la economía de Antioquia, de allí que, según el Ministerio de Comercio Industria y Turismo, el turismo representara un 4.8% del PIB en esta región, con unos crecimientos que superan por encima del 38% las cifras antes de la pandemia, inclusive, en términos de alojamiento y hospedaje, según Cotelco la tasa de ocupación para el 2022 cerró en un 73,4% frente a un 49,4% del año 2021.
Estas son noticias alentadoras. La pregunta sería entonces, ¿cómo propender para que esa tendencia de reactivación económica se mantenga?.
Sin duda hay un requisito básico y se llama seguridad, ya que Antioquia continúa enfrentando problemáticas como robos de motocicletas y automotores; hurto a residencias, comercios y entidades financieras; entre otros.
Sobre esto, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, aseguró que en lo corrido de este año en esta región se ha aumentado al menos en un 10% el número de integrantes de los grupos al margen de la ley y en ciudades como Medellín durante el primer trimestre del 2023 se reportaron más de 90 homicidios en la ciudad.
Este es un síntoma que debe atenderse a tiempo, antes de que pueda incidir en la atractividad de la región y perjudicar entonces su buena senda a nivel económico.
Para esto, históricamente siempre ha sido la fuerza pública la encargada de velar por esta seguridad, no obstante, las organizaciones de seguridad privada también se han sumado como un aliado fundamental en esta tarea.
Y es que la llegada de la pandemia sin duda reforzó aún más la idea de que la integración entre seguridad privada y seguridad pública es la clave para la construcción de ciudades seguras.
“Para mitigar los índices de criminalidad en una ciudad, la seguridad privada debe brindar un apoyo colaborativo a la fuerza pública en términos de comunicación, vigilancia y estrategia para enfrentar al crimen organizado.
Esto se puede lograr más fácilmente con el uso de nuevas tecnologías que les permiten a los guardias ejecutar sus tareas diarias en menor tiempo y con mayor precisión, incrementando la productividad y la efectividad de sus operaciones de seguridad y resguardo”, afirma Julián Medina, experto en seguridad privada de Motorola Solutions.
Una de estas nuevas herramientas son las tecnologías de la radiocomunicación. Su implementación permite a las agencias de seguridad cubrir zonas donde no existe cobertura de celular u otros dispositivos, logrando de esta manera operar sin interrupciones.
Asimismo, suprimen el ruido ambiente en entornos difíciles para que todos los mensajes se transmitan sin problemas, incluso en las situaciones más extremas, cuando es crucial poder escuchar con claridad los hechos.
A esto, se ha sumado el aporte que brinda la Inteligencia Artificial, con sistemas de video seguridad que permiten reconocer e identificar si hay algún objeto en un lugar inusual, hacer reconocimiento facial, detectar comportamientos atípicos y así alertar al guardia sobre una posible situación de emergencia que podría evitarse a tiempo.
Inclusive, existen soluciones como Radio Alert, las cuales permiten integrar la gestión de video y analítica a los radios de dos vías para mantener al personal de seguridad conectado en todo momento. Así siempre podrán recibir y reconocer alarmas desde su sistema de radios a través de mensajes de texto y/o alertas de texto a voz. Gracias a este desarrollo, el personal de seguridad es notificado en tiempo real de eventos que requieran su apoyo sin tener que monitorear la actividad en la pantalla de un computador.
De esta manera es cómo las nuevas tecnologías se están convirtiendo en herramientas valiosas de comunicación para anticipar o evitar los crímenes, ya del departamento depende si se integran y aprovechan al máximo. De este modo, Antioquia podrá acercarse a una seguridad real que preserve no solo la vida y la integridad física, sino el patrimonio de personas, empresas e instituciones.