Intervención Vicepresidente ya Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Marta Lucía Ramírez
Gracias, Honorable Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores y demás Jefes de delegaciones, señoras y señores,
Sea lo primero extender una felicitación y agradecimientos de Colombia a la Presidencia Pro Tempore de México por el trabajo realizado desde el 2020.
Como Vicepresidente y Canciller de Colombia constituye para mí un honor estar hoy aquí en nombre del Presidente Iván Duque y del pueblo de Colombia. Extiendo un saludo fraterno a todas las Naciones presentes reafirmando nuestro compromiso con la construcción de una auténtica comunidad latinoamericana y caribeña de democracia, libertades, solidaridad, desarrollo incluyente y sostenible que cierre las brechas de desigualdad y pobreza al interior de nuestros países.
La vocación histórica de Colombia, nuestra ubicación geográfica y nuestra propia Constitución, han sido el marco para que nuestra política exterior, haya privilegiado siempre la integración latinoamericana y la cooperación y concertación hemisférica, abogando con sinceridad por un multilateralismo que le dé voz y espacios de negociación a las economías emergentes para que las decisiones globales garanticen un desarrollo armónico, orientado al mejoramiento de las condiciones de vida en todas las naciones del mundo.
Hoy debemos afrontar eficazmente los desafíos de empobrecimiento, incertidumbre, temor y desconfianza ciudadana que enfrenta el mundo, como consecuencia de la pandemia y de los desafíos a la gobernabilidad y la estabilidad derivados de sus desastrosas consecuencias por la perdida de vidas y la destrucción económica y del mal uso de las redes sociales que promueven más desconfianza ciudadana.
Ninguna Nación, por poderosa que sea, podrá resolver en solitario las válidas preocupaciones que el clamor ciudadano expresa en todo el planeta. Necesitamos mas cooperación, mayor desarrollo, mejor integración, más unión y mayor solidaridad entre nosotros.
Necesitamos trabajar unidos y velar porque todas las naciones de CELAC, sin excepción, respeten la democracia, la separación de poderes, la alternancia en el gobierno mediante elecciones libres y transparentes. Necesitamos el desarrollo económico que genere empleos y, la promoción y garantía de los derechos humanos, para lograr una recuperación económica sostenible tras la pandemia, donde se escuchen las voces de los jóvenes, las mujeres y de los más vulnerables.
Hoy tenemos la inmensa responsabilidad, en este recinto, de ser la voz de más de 600 millones de ciudadanos de nuestra región que representan el 8,4% de la población global.
De seguro los efectos sociales, económicos, sanitarios y en pérdidas de vidas de la pandemia habrían sido inferiores, de no haber tenido corrupción en nuestros países y haber contado con mejores sistemas de salud, mayor avance científico, tecnológico e innovación para producir y distribuir vacunas y elementos de bioseguridad y si hubiéramos tenido una real integración para asumir juntos los retos de empleos, la seguridad alimentaria y farmacéutica.
Esta lección plantea retos inéditos para las instituciones y para quienes tenemos responsabilidades públicas por haber recibido en las urnas el mandato ciudadano, en la mayoría de los casos, aunque no en todos los presentes.
Nuestra región acumula el 32% del total mundial de fallecidos por el COVID y solo cuenta con el 13.6% de población con vacunación completa.
El COVID y la debilidad del aparato productivo en varios de nuestros países elevó la tasa de pobreza extrema de la región al 12,5% y de pobreza monetaria al 33,7%.
La vida y la salud son el bien público global por excelencia, al cual deben estar subalternos los intereses económicos y cualquier estrategia de liderazgo y supremacía de cualquier Nación, como se ha expresado en diferentes foros multilaterales y debemos insistir en mayor acceso a la vacunación para todos.
Reconocemos la pertinencia de la agenda de la Presidencia Pro Tempore de México y sus avances. Sin embargo, su programa para producción de vacunas hasta ahora sólo ha incluido 5 países de los aquí presentes, pero Colombia y 27 países más, estamos ansiosos de que nuestros científicos e investigadores, participen del proyecto de investigación, envase y producción de vacunas, pues todos queremos soberanía farmacéutica y en el caso de Colombia, contamos con laboratorios con estándares y certificaciones internacionales.
También tenemos ante nosotros la responsabilidad de atender efectivamente los retos del escenario de reactivación económica y post-pandemia para asegurar a nuestros ciudadanos ya no la promesa, sino la certeza de un futuro de vida digna y con empleos que constituyen la mejor política social.
Esta coyuntura común a todos los Estados de Latinoamérica y el Caribe, ofrece un terreno fértil para la cooperación y la convergencia, que no podemos desaprovechar.
Los múltiples mecanismos e instrumentos regionales y multilaterales deben ser complementarios y reforzarse recíprocamente para que su cabal funcionamiento evite que esta pandemia condene para siempre a América Latina a la marginalidad que experimentamos hoy, a pesar de nuestra enorme diversidad, de la riqueza en recursos naturales y sobre todo, a pesar del potencial enorme de nuestro capital humano.
Me enorgullece decir que Colombia es la 39 economía a nivel mundial, la tercera en América Latina y contamos con el 0,69% de la población del mundo. Por eso estamos aquí, porque nuestro país cuenta con un patrimonio institucional, democrático y empresarial para aportar a una visión mas ambiciosa de América Latina y su papel e impacto en el concierto internacional.
Esa es la razón por la cual al asumir la presidencia de las CAF en cabeza del ex ministro Sergio Díaz, esperamos aportar al fortalecimiento de cadenas productivas regionales para la producción y generación de empleos regionales que garanticen mayor impacto de América Latina en el mundo.
Compartimos la interlocución de la CELAC con socios extra regionales y las reuniones ministeriales que se han realizado con ese propósito y así como se ha propuesto la cooperación e inversión China en la región, debemos promover también más oportunidades de cooperación con Estados Unidos y Canadá.
Del mismo modo, consideramos que es necesario potenciar la convergencia y complementariedad con la Organización de Estados Américanos – OEA, que incluye a todo el hemisferio.
Es imperativo contar con un mecanismo de rotación consensuado y predecible para el traspaso de la Presidencia Pro Tempore, que facilite la transición, fortalezca la sostenibilidad y facilite el consenso. Es importante, además, establecer reglas claras frente a la metodología de priorización de temas al interior de CELAC y respecto al relacionamiento con socios extra regionales.
Colombia está lista como miembro de la comunidad latinoamericana y caribeña a contribuir en este propósito común siempre bajo la condición de que no se soslaye la preocupación frente a dictaduras, ni a cualquier miembro de CELAC que viva una ruptura democrática impidiendo la participación de la oposición en las elecciones presidenciales.
Con la fortaleza de nuestra democracia e instituciones republicanas, con el dinamismo y solidez de nuestra economía, con el tesón de los colombianos, pero sobre todo, con la visión que tenemos de que nuestro futuro se entiende y se reconoce como indisociable del futuro del hemisferio y la región, por ello estamos dispuestos a servir como soldado a la causa del progreso y la unidad democrática y libre de América Latina y el Caribe, como la describió Simón Bolívar en su Carta de Angostura.
Debemos cooperar entre nosotros para lograr la autonomía económica de las mujeres con carácter urgente. El promedio de hogares en América Latina con jefaturas femeninas es de 36%, por lo tanto, la equidad de género y el empoderamiento económico de las mujeres es fundamental para lograr el desarrollo, reducir la pobreza y generar riqueza y debe estar acompañado de metas, trazabilidad y seguimiento.
Por último, reitero nuestra disposición para seguir contribuyendo en todos los espacios que nos permitan construir una CELAC ágil y pragmática, en torno a objetivos comunes de progreso social, desarrollo sostenible, imperio de la ley, seguridad, lucha contra la corrupción y estabilidad, en beneficio de la democracia, la libertad y el desarrollo de las iniciativas empresariales privadas que traigan progreso para todos.
Reitero el pésame por la muerte del Presidente de Haití Jovenel Moise y reiteramos toda nuestra cooperación con las autoridades de Haití para identificar a los responsables intelectuales y materiales de este crimen para que paguen las más drásticas condenas e invito a todos a incrementar la cooperación para mejorar nuestra capacidad de luchar contra el narcotráfico, el crimen organizado y las mafias que amenazan el futuro de nuestros jóvenes y de nuestras democracias.
Muchas gracias.