No vengo a pedir indulgencias, sino a renovar el compromiso de Colombia con la paz.

La ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia Torres, intervino este martes ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para reafirmar el compromiso del Gobierno colombiano con la implementación integral del Acuerdo de Paz de 2016. En su discurso, la Canciller resaltó los logros alcanzados en estos casi tres años, así como los retos persistentes para consolidar una paz duradera, justa y con enfoque territorial.

Durante su intervención, Sarabia agradeció el apoyo y acompañamiento de la comunidad internacional, en especial de las Naciones Unidas en Colombia. De Carlos Ruiz Massieu, jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, y del Consejo de Seguridad, que durante 8 años ha expresado su apoyo firme e inquebrantable por La Paz en Colombia.

Gracias a ese respaldo, señaló Sarabia, se ha mantenido vivo el espíritu del Acuerdo y se han impulsado proyectos estratégicos en los territorios que alivian a las víctimas más vulnerables del conflicto. Acto seguido, presentó cifras clave que reflejan el avance del Gobierno del presidente Gustavo Petro: 2.4 billones de dólares aprobados para los municipios PDET, 9.6 millones de hectáreas con información catastral actualizada, más de 133 mil hectáreas adjudicadas a campesinos y más de 12 mil firmantes del Acuerdo activos en el proceso de reincorporación.

“La llegada del Gobierno del presidente Petro fue un gesto de apoyo popular a construir en Colombia una paz estable y duradera”, expresó Sarabia, al subrayar que cumplir con el Acuerdo no es un gesto simbólico, sino un deber de Estado respaldado por la ciudadanía.

La Canciller también hizo un llamado a la comunidad internacional a mantener su respaldo, en especial en zonas como Catatumbo, Nariño y el Cañón del Micay, donde la implementación ha mostrado resultados tangibles, pero aún enfrenta amenazas de violencia y desarraigo.

“Les habla una generación que heredó de sus padres y abuelos un país en conflicto, pero no quiere entregarle lo mismo a sus hijos. Una generación que aún sueña, que cree que una Colombia en paz es posible”, afirmó Sarabia ante los miembros del Consejo.

En un mensaje final, Sarabia aseguró que Colombia no acude a la ONU a pedir indulgencias, sino a renovar su compromiso. “Con el respaldo de esta comunidad, convertiremos la paz en un legado, no en una promesa pendiente”.

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