Juan José Rondón es un barrio que se encuentra en Ciudad Bolívar, una de las localidades con mayores índices de pobreza y desigualdad de la ciudad.
Su alta densidad poblacional incide en la calidad de vida de sus habitantes, asociado a la poca disponibilidad de espacios verdes, recreativos y de culto que permitan crear comunidad y brindar un sentido de pertenencia.
Con la construcción de la parroquia San José Gabriel Brochero, la Iglesia Católica busca hacerse presente abriendo un espacio espiritual y fomentando el desarrollo comunitario.
El barrio Juan José Rondón en Ciudad Bolívar, presenta un contexto socioeconómico y demográfico difícil por tratarse de una zona marginal de la ciudad. La comunidad está conformada por aproximadamente 1.600 habitantes que enfrentan desafíos como la falta de acceso a servicios básicos, empleo y educación de calidad. Además, sufren problemáticas como la delincuencia, el microtráfico, el pandillismo, el hacinamiento, la violencia intrafamiliar y de género, que son preocupaciones en la zona.
Bajo este contexto la construcción de espacios que favorezcan el encuentro y el sentido de pertenencia y apropiación a la comunidad son claves para la construcción de una mejor sociedad.
De acuerdo con Nikol Luna Castellanos, psicóloga de la Fundación San Antonio, “los espacios de encuentro son fundamentales para fomentar el bienestar emocional y más cuando las personas se encuentran en situación de vulnerabilidad, pues permiten crear un entorno de apoyo, acompañar en la soledad y el aislamiento, fomentar una sana convivencia y fortalecer la identidad y autoestima”.
Por lo anterior, el reto que tiene la Iglesia Católica este año, es la construcción de la parroquia San José Gabriel Brochero, que no solo implica la construcción física del edificio, sino que también incluye la creación de programas y actividades que beneficiarán a la comunidad, como servicios sociales, educativos y espirituales.
Además la construcción de la parroquia San José Gabriel Brochero tiene un significado especial, pues por una parte simboliza la tradición que tiene la Iglesia Católica de celebrar el cardenalato, en esta ocasión del Arzobispo Luis José Rueda Aparicio, haciendo entrega a la comunidad de obras de infraestructura que tienen un impacto social y espiritual importante. Por otro lado, llevará el nombre del cura Brochero, un sacerdote argentino y misionero que fue canonizado por el papa Francisco en 2016 y a quién se le atribuyen dos milagros, uno de ellos el del joven Nicolás Flórez, quien sufrió un accidente de tránsito que le dejó graves secuelas cerebrales, cuando tan solo tenía 11 meses de vida, y que hoy en día a sus 23 años de edad, trabaja en la Municipalidad de Villa Cura Brochero y en una cadena radial.
Al igual que el cura Brochero y buscando hermanarse con el pueblo argentino, la misión de esta parroquia es poder dejar huella en la comunidad del barrio Juan José Rondón, para acompañar a una comunidad que ha sido aislada y olvidada, y llevar un refugio espiritual y físico que contribuya con el bienestar de sus miembros.
Es así como la parroquia San José Gabriel Brochero será en el presente año el proyecto foco de la III Maratón “Porque la Fe es Acción” en la que la Arquidiócesis de Bogotá, vivirá en plenitud su lema “todos somos Iglesia”.
Es importante resaltar que los recursos recaudados durante las últimas dos ediciones de la Maratón, fueron destinados para el financiamiento de diferentes proyectos sociales de la Iglesia Católica en Bogotá, beneficiando a cientos de miles de personas necesitadas en la ciudad, como habitantes de calle, vendedores informales, niños y niñas vulnerables, migrantes, jóvenes en condición de discapacidad, adultos mayores y mujeres cabeza de hogar, entre muchos otros.
Agradecemos cualquier contribución para esta valiosa causa y los invitamos a participar en ella visitando nuestra página https://www.accionyparticipacion.org.