Seis de los principales gremios exportadores del agro manifestamos nuestra preocupación por la disminución del valor del dólar.
El comportamiento de la divisa en los últimos meses ha provocado un descenso en los ingresos de las exportaciones frente a un aumento más que significativo en los costos de producción.
La revaluación y los altos incrementos del costo laboral son una combinación que atenta directamente contra la estabilidad y sostenibilidad de muchas empresas.
Representamos seis de los principales sectores exportadores del agro del país y en conjunto generamos la mayoría del trabajo rural formal.
En su totalidad o en una porción importante, estos sectores dependen de las exportaciones y a su vez, el mercado interno depende de los precios de importación.
El nivel actual de una tasa de cambio revaluada, en el contexto de los altos incrementos del costo laboral en los últimos tres años, aunados a incrementos en los insumos, ponen en riesgo la viabilidad de muchas empresas de estos sectores.
Son muchos los factores que inciden en el comportamiento de la tasa de cambio, incluyendo la propia
debilidad del dólar en los mercados internacionales.
Una tasa de cambio competitiva es necesaria para fomentar las exportaciones, pero también es el mejor arancel a la importación de productos baratos y a veces subsidiados, sin necesidad de salvaguardas ni de renegociación de acuerdos comerciales.
También sirve para disminuir el contrabando.
No es fácil establecer una tasa de cambio de equilibrio ni incidir en ella, sin embargo, hay acciones posibles: disminuir la tasa de interés para reducir el incentivo a los capitales especulativos, incrementar las reservas del Banco de la República y revisar el origen de las remesas para tomar medidas, son las de más fácil aplicación.
Con una tasa de cambio a este nivel es difícil que el gobierno logre su objetivo de diversificar y crecer las
exportaciones agrícolas.
Un sector exportador dinámico y en crecimiento, contribuye a la generación de empleo formal y bienestar.