El Plan Nacional de Vacunación contra el covid-19 avanza a gran velocidad en nuestro país y es gracias a la labor consensuada y articulada que existe entre los múltiples actores que, a su vez, han logrado que hoy veamos con optimismo y estemos llegando a un punto esperanzador que cada día nos regala pinceladas de confianza en ir superando esta dura etapa en la que se encuentra nuestro planeta.
Andrea Paola Carrillo Daza es otra de esas historias de nuestro personal de
salud que le ha apostado a ayudarnos a tejer ese nuevo anhelo de volver a la normalidad. Desde el punto norte de Colombia, queremos resaltar su labor como vacunadora en La Guajira.
Esta auxiliar de enfermería lleva 10 meses trabajando como inmunizadora en el Hospital de Nuestra Señora de los Remedios, en Riohacha, y el cual ha
aportado su grano de arena para que hoy el departamento tenga a más de
390 mil de sus pobladores con al menos una dosis.
Al principio no parecía ser una labor fácil. La mezcla cultural que alberga el
departamento también permitió que se permearan muchas creencias, no
siempre alineadas con la realidad científica y sí más con los saberes
ancestrales.
Sin embargo, la vida le daría un poco la razón a Andrea, quien afirmó que la recepción de los guajiros respecto a la vacunación fue muy gratificante.
“Es increíble cómo la población estuvo atenta y dispuesta incluso desde el
principio de la ejecución de la ruta de vacunación. Por supuesto, tuvimos que hacer campañas con los gobiernos locales y cabildos para sensibilizar a los coterráneos, pero no nos exigió un esfuerzo mayor, la población quería vivir y no arriesgarse y para eso sabían que la vacunación era la solución”, contó.
Su día a día no es diferente al de todos sus colegas que en todos los puntos
cardinales del país dan todo de sí para la consolidación de esta ruta de
inmunización. Andrea se levanta todos los días a las 5:00 a. m., se alista y se
dispone a llegar todos los días a su trabajo. Las jornadas inician en el punto
de vacunación ubicado en el Hospital a las 8:00 a. m. y cumplen horarios hasta las 6:00 de la tarde inyectando las vacunas contra el covid-19.
Aunque la gran mayoría de veces se recibe a la población en los puntos de
vacunación de la capital del departamento, algunos días, Andrea y su equipo de vacunadores recorren largas distancias para llevar las dosis de esperanza a los corregimientos y municipios tales como Matitas, Choles, Tomarrazón, Camarones y Juan y Medio. Para estos trayectos, Andrea y su equipo cuenta con la movilización por carretera en vehículos con los que cuenta la institución.
“Son jornadas totalmente gratificantes. Es pensar que con cada dosis que
aplicamos, sentimos como salvamos una vida, es eso… ¡salvamos una vida!”, afirma.
Si bien esta labor la venía desempeñando con el apoyo a la vacunación del
esquema regular en niños, niñas y adultos, esta nueva tarea ha resultado ser muy enriquecedora. “Siento que estoy haciendo parte de la historia y con mi trabajo, estamos pasando la página para volver a esa nueva realidad”, dijo con emoción.