Ante la emergencia ocurrida el pasado 4 de febrero en un barrio de la localidad de Ciudad Bolívar, la organización humanitaria World Vision hizo una alianza junto con la Fundación Catalina Muñoz, con el fin de dar respuesta y apoyo a las 19 familias afectadas.  

El incendio estructural ocurrió en horas de la mañana, donde World Vision ha tenido participación con sus programas de patrocinio de niñas y niños. La conflagración se extendió rápidamente y pese al esfuerzo de los habitantes del sector por apagar las llamas, estas consumieron 11 viviendas que hacen parte de asentamientos informales. Las llamas a su paso devoraron todas las pertenencias de las personas que residen en esta zona.  

Gracias a la atención oportuna del cuerpo de bomberos y a la comunidad, la vida de ninguna persona se vio afectada, sin embargo, según reporte de la Secretaría de Integración Social, 19 familias resultaron damnificadas de las cuales, 38 son adultos y 31 son niñas, niños y adolescentes: un total de 69 personas de las cuales 2 familias hacen parte del programa de patrocinio de la organización humanitaria.  

Ante esta situación, World Vision desde su línea de asuntos Humanitarios y de Emergencia HEA, presentó su apoyo con el fin de contribuir a mejorar el alivio inmediato de las familias, en especial para mejorar el bienestar y la integridad de las niñas, niños y adolescentes afectados.  

Con la entrega de 11 colchonetas, kits de aseo, kits con material didáctico, kits escolares, kits de salud menstrual y acompañamiento psicosocial y orientación en rutas de atención, la organización humanitaria junto con la Fundación Catalina Muñoz y el voluntariado comunitario, dieron su apoyo a las 19 familias afectadas por el incendio estructural, quienes perdieron todas sus pertenencias.  

“Tengo dos hijitos, uno de ellos con discapacidad y el mes pasado que se nos quemó la casita. Se nos quemó absolutamente todo y gracias a World Vision que nos ha apoyado, que nos ha colaborado. Ahorita ya tenemos otra vez la casita otra vez de pie, estamos ya viviendo ahí, pues por lo menos tenemos una camita y el televisor, ya estamos otra vez hacía arriba, vamos para arriba gracias a Dios. Nos trajeron unas colchoneticas y las necesitábamos, por eso muchas gracias”, menciona Patricia, habitante afectada.