En el Día Mundial de la Obesidad es crucial recordar que esta es una enfermedad crónica que se desarrolla debido a malos hábitos alimenticios. El exceso de grasa corporal actúa como un desencadenante de diversas enfermedades, muchas de ellas graves. Esta situación es producto del consumo de productos ricos en sal, azúcar y grasas, los cuales carecen de valor nutricional y afectan negativamente el bienestar de las personas.
Conocer los valores nutricionales de los alimentos es clave para mantener un control sobre su ingesta. Sin embargo, además de esto, es fundamental estar al tanto de los riesgos y complicaciones asociados con la obesidad, ya que pueden tener un impacto significativo en la salud.
“La obesidad presenta muchas complicaciones cardiometabólicas, como la hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedades hepáticas, dislipidemias, cáncer, osteoartritis, incontinencia urinaria y reflujo gastroesofágico”, explica Camilo Domínguez, especialista en epidemiología y profesor de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario.
Además, esta enfermedad también puede provocar problemas con el sueño y alteraciones en la salud mental, como depresión y ansiedad. “La obesidad disminuye la calidad de vida de las personas y el bienestar social, ya que crea estigmas y discriminación”, agrega Domínguez.
Una problemática de salud pública
En Colombia, la obesidad es un problema de salud pública. Según datos de la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN) de 2015, el 56.4 % de los colombianos tenía exceso de peso y el 18.7 % presentaba obesidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que las comidas ultraprocesadas y las bebidas azucaradas son factores desencadenantes de la obesidad en Latinoamérica.
A pesar de que se tienen datos sobre esta enfermedad, la falta de información actualizada representa un obstáculo para el desarrollo de políticas públicas. “Es una deuda con el país tener los datos actualizados del exceso de peso en Colombia, lo cual es fundamental para la toma de decisiones en política pública”, señala el experto.
Medidas para prevenir la obesidad
Según Camilo Domínguez, la obesidad debe abordarse desde diferentes perspectivas. No solo es importante cuidar la alimentación, sino que también es necesario considerar la salud mental, el desarrollo de políticas públicas y la creación de medidas académicas que contribuyan a la prevención.
“Tener hábitos saludables disminuye el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles en un 30 %. En cuanto a las medidas individuales, se debe concientizar a las personas sobre la importancia de cuidar su propia salud. Esta es una oportunidad para inculcar en los pacientes los hábitos de autocuidado”, enfatiza el profesor de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario.
El especialista menciona cuatro aspectos clave para evitar la obesidad:
– Alimentación sana y nutritiva, evitando los ultraprocesados y el alcohol.
– Realizar actividad física diariamente.
– Dormir bien para garantizar un sueño reparador.
– Cuidar la salud mental.
En el país la promoción de estilos de vida saludables sigue siendo insuficiente. Esto no solo genera desconocimiento sobre cómo llevar una vida sana, sino que también contribuye a la propagación y agravamiento de las enfermedades asociadas al sobrepeso. “Es cuestionable que en Colombia las políticas de promoción de estilos de vida saludable y la prevención del sobrepeso y obesidad durante el curso de vida sean muy débiles y actualmente no sean priorizadas”, critica el experto.
Ser más conscientes de los alimentos que se consumen puede contribuir a una alimentación más equilibrada, previniendo problemas de salud graves en el futuro. Sin embargo, esto debe ir de la mano con políticas públicas que no solo mejoren la atención en salud, sino que también fomenten una mayor conciencia sobre el autocuidado, promoviendo una alimentación más saludable y estilos de vida adecuados.
