Un nuevo estudio del Global Reporting Initiative (GRI), la firma de consultoría estratégica Kearney y la Universidad de los Andes, con el apoyo de Cooperación Económica y Desarrollo de la Embajada de Suiza en Colombia (SECO) reveló que el papel de las juntas sigue siendo muy escaso frente a las decisiones que deben tomar frente a la sostenibilidad.
El informe ‘Direccionando la Sostenibilidad desde el Directorio’ tuvo como base una encuesta a cerca de 400 miembros de Directorios (juntas directivas) en Colombia, Perú, Argentina, México y Chile. Este estudio revela que apenas el 22% de los encuestados entienden la sostenibilidad como un enfoque de negocio que busca generar valor a largo plazo para la empresa y los grupos de interés con los que interactúa.
Andrea Pradilla, Directora de GRI para Latinoamérica señala que “el 13% de los consultados todavía asocian la sostenibilidad como un asunto de filantropía y el 10% como un asunto de reputación y marca de la compañía”.
Así mismo, aseguró que “la atracción y retención de talento y la promoción de la innovación son las principales razones por las que consideran que la sostenibilidad genera valor empresarial”.
En 2016 el GRI y Kearney desarrollaron la primera versión de este estudio y en esa oportunidad se encuestaron a 275 Directores (miembros de juntas directivas) en América Latina para analizar qué tan completo era el entendimiento de la sostenibilidad en esos órganos de dirección y cuál era el rol que los Directores jugaban y deberían jugar en el direccionamiento estratégico de la sostenibilidad.
Los resultados del estudio de 2016 pusieron en evidencia que, si bien la mayoría de Directores entendía el concepto de sostenibilidad y reconocía su relevancia para la identificación de riesgos y oportunidades, existían retos importantes frente a la comprensión de beneficios tangibles o el “caso de negocio” de la sostenibilidad.
Y aunque se han presentado avances en la comprensión de la importancia de actuar y tomar acción en los asuntos de sostenibilidad, falta continuar sensibilizando frente a la relación de esta y la generación de valor económico, social y ambiental para que pueda integrarse de manera transversal en el direccionamiento del negocio.
En la nueva versión de este estudio también se reveló que menos de la mitad de los encuestados no se involucra en las discusiones de sostenibilidad (30%) o se limita a aprobar (25%).
De otra parte, sólo el 36% de los consultados están involucrándose activamente en generar lineamientos estratégicos frente a la sostenibilidad.
De acuerdo con Andrea Pradilla, con las cifras de la reciente Encuesta, “aunque se ve una evolución desde el 2016, pues en la actualidad el Directorio (Junta Directiva) es la máxima instancia que toma decisiones frente a la sostenibilidad (63%) mientras que en 2016 lo hacía el CEO o la cabeza de la compañía (68%), de ahí la importancia de que los directorios se involucren en el direccionamiento estratégico y supervisen y evalúen la ejecución de dicha estrategia”.
Además, apenas el 5% ha discutido asuntos relacionados con cambio climático en los últimos 2 años, el 11% considera que será un asunto relevante en los próximos 5 años. Esto no se alinea con el contexto regulatorio y de mercado actual.
El estudio igualmente identificó falta de conocimientos de los Directores frente asuntos de sostenibilidad, y por lo tanto se resalta la importancia de fortalecer las capacidades en el tema para que puedan comprender la relevancia de estos asuntos y así tomar decisiones estratégicas más informadas.
Julien Robert, Director de la Cooperación Económica y Desarrollo de la Embajada de Suiza en Colombia (SECO) resaltó que “los resultados de este estudio son un insumo relevante para que los Directorios (juntas directivas) refuercen su conocimiento y mejoren las decisiones que las compañías toman en materia de sostenibilidad y que se constituyen en un valor que las beneficia en el largo plazo.” Asimismo, reiteró que el Gobierno de Suiza viene apoyando la adopción de mejores prácticas en materia de gobernanza de la sostenibilidad tanto en el sector real como en el financiero desde 2014 a través de estándares internacionales reconocidos, tales como el marco de sostenibilidad de IFC (Grupo Banco Mundial) y los estándares GRI.