En el encuentro del Grupo de Trabajo Antinarcóticos realizado entre Colombia y Estados Unidos se presentaron los lineamientos de la nueva Política Nacional de Drogas 2023-2033 “Sembrando Vida, Desterramos el Narcotráfico”, con la cual se busca abordar este problema desde sus múltiples facetas de manera propositiva y con acciones que sean acordes a nuestra realidad.
En acto de instalación la viceministra de Asuntos Multilaterales, Elizabeth Taylor Jay, explicó que “los resultados de las formas tradicionales de combate y lucha contra el narcotráfico no han brindado a la fecha una respuesta integral que demanda nuestra sociedad y que se espera de la institucionalidad en su conjunto”. Es por lo que el “gobierno colombiano encabezado por el Presidente Petro esta comprometido de una verdadera paz total y económica. No buscamos coexistir con el narcotráfico sino atacar aquellas etapas de la producción y tráfico donde se concentran las ganancias y así poder erradicarlo”, aseguró la alta funcionaria.
En ese mismo sentido, la viceministra Taylor aseguró que esta nueva política de drogas “es un paso inicial hacia un abordaje más realista y justo … en el que priorizamos la consolidación de la paz y el cuidado de la vida y en el que reducimos las vulnerabilidades que pueden generar el cultivo, producción y tráfico de drogas ilícitas” con el cual se busca prestar una atención integral en las áreas de consumo y su prevención respetado los derechos individuales y los derechos humanos.
Continuo su intervención al asegurar que los problemas asociados a las drogas requieren un enfoque multidisciplinario, integral y que se asuma como una responsabilidad común y compartida y resaltó que los Estados Unidos juega un papel vital en esto. “La alianza estratégica que une a los dos estados ha permitido atender el problema integral de las drogas, tema trasversal en nuestra relación bilateral, compartiendo temas en común y siempre tratando este reto de una manera responsable y solidaria”, dijo la viceministra Taylor.
Culminó agradeciendo al gobierno de Estados Unidos por su histórica colaboración y por su compromiso de seguir fortaleciendo nuestros lazos de cooperación.
Por su parte el Subdirector de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, Adam Cohen aseguró que este espacio permitirá “maximizar las discusiones para crear un enfoque holístico y colaborativo para abordar los desafíos progresivos para la estabilidad”.
También recordó que en el encuentro entre el Presidente Biden y Petro se destacó que la amistad entre Colombia y Estados tiene larga data y es de gran importancia no solamente para promover la seguridad y la prosperidad para los dos países sino para todo el hemisferio.
Para finalizar aseguró que este “diálogo va a trazar el camino para que nosotros podamos establecer una cooperación de tal manera que podamos mitigar los efectos dañinos el tráfico de drogas y narcóticos y el uso de estas sustancias puede atentar contra el bienestar de nuestras poblaciones y contra nuestros medios ambiente e instituciones”.
La agenda de trabajo continua con los paneles sobre la Política Nacional de Drogas, interdicción, Seguridad Rural, Estrategia de Erradicación Voluntaria y Transición y Transformación Económica Rural.
En estos espacios participarán entre otros los viceministros para las Políticas de Defensa y Seguridad Nacional, Alberto Lara Lozada y de Justicia y del Derecho, Camilo Umaña Hernández junto al subdirector de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, Adam Cohen, el subsecretario de Estado para Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley, Todd Robinson y el encargado de Negocios de la Embajada de los EE.UU., Francisco Palmier.
Este diálogo es muestra del trabajo mancomunado de los dos países y de la disposición común de mantener una relación bilateral fructífera dinámica y fuerte como lo ha venido siendo por más de 200 años.
El Grupo de Trabajo Antinarcóticos se originó en el marco del VIII Diálogo de Alto Nivel, que se efectuó en 2019 en Washington D.C. con el objetivo de hacer seguimiento a los compromisos bilaterales relacionados con el problema mundial de las drogas.