Gracias a denuncias ciudadanas por amenazas y extorsiones, y al trabajo de inteligencia adelantado por nuestras tropas, fue ubicado Michael Enrique Méndez Olivos, alias ‘Mogosín’, principal cabecilla del frente terrorista ‘Iván Merchán’ de la criminal Segunda Marquetalia, en zona rural de Puerto Lleras, Meta.

La operación fue ejecutada por tropas del Gaula Militar con el Gaula de la Policía Nacional, tras más de cinco días de inserción por vía terrestre y aérea. Al llegar al punto, las unidades fueron atacadas con armas de largo alcance, a lo que respondieron de inmediato para repelar la agresión de los terroristas.

En el desarrollo de la operación fue abatido alias ‘Mogosín’ y capturado alias ‘Jimmy Lozada’, señalado cabecilla financiero de esta estructura criminal

Durante el procedimiento se incautaron un fusil, una escopeta, un revólver, munición de diferentes calibres, equipos de comunicación, material de intendencia y panfletos usados para amenazar a comerciantes, ganaderos, transportadores e industriales de la región, exigiéndoles el pago de extorsiones.

De acuerdo a la Información de inteligencia indica que alias ‘Mogosín’ recolectaba mensualmente más de $1.000 millones mediante extorsión, destinando gran parte de estos recursos a la adquisición de propiedades, vehículos y joyas en Antioquia, Bogotá y la Costa Atlántica, las cuales ya están siendo rastreadas por las autoridades competentes.

Según se ha establecido, Alias ‘Mogosín’ también habría mantenido nexos con alias ‘Walter Mendoza’, cabecilla de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, con el objetivo de coordinar acciones ilegales y terroristas en los Llanos Orientales. Se presume que buscaba impulsar la expansión de dicha estructura hacia el centro del país, desde Nariño, Putumayo y Caquetá, generando posibles disputas con facciones del autodenominado Estado Mayor Central de alias ‘Mordisco’ y alias ‘Calarcá’, por el control de economías ilícitas.

Este importante resultado operacional permite fracturar las capacidades extorsivas de esta facción criminal en la región del Bajo Ariari y Guaviare, debilitando sus planes de expansión y control territorial sobre corredores estratégicos del narcotráfico.

El Ministerio de Defensa Nacional ordenó el fortalecimiento del dispositivo de seguridad en la zona, con el fin de ubicar a otros integrantes de esta estructura, desarticular sus redes logísticas y criminales, y consolidar la seguridad y tranquilidad de la población civil.