En el marco de la Estrategia Esmeralda en la lucha contra el narcotráfico, uniformados adscritos a la Policía Antinarcóticos determinan la ruta que traía un vehículo de carga tipo furgón que había salido del departamento del Cauca, la primera información dejaba ver la intención de la comercialización del alucinógeno entre unas personas con el GAOr “Dagoberto Arias”, después de algunos días se recopilan más datos en donde aseguraban que el vehículo había ingresado al departamento de Cundinamarca cerca al municipio de Fusagasugá.
Las autoridades intensificaron los puestos de control para dar con la ubicación del automotor, por más de 4 días los resultados eran infructuosos, al parecer, el piloto del camión se desplazaba en horas de la noche y la madrugada para evitar los retenes de la Policía.
A primera luz del día, un grupo de uniformados establece controles esporádicos sobre la vía, ya muy cera a Bogotá, observan el camión de color blanco y con carpa negra, inmediatamente es obligado a disminuir la velocidad para su registro, fue evidente el nerviosismo del conductor y por este motivo los uniformados insistieron en la búsqueda, varios minutos pasaron para descubrir el alucinógeno, una superficie en madera cubría el piso de la carrocería, rompiendo el piso del camión se pudo observar los paquetes con la sustancia verde con apariencia vegetal.
Después de extraer los paquetes que sumaron 587 kilos, se practicó la prueba para determinar con precisión el contenido arrojando resultado para marihuana, las investigaciones concluyeron que esta sustancia alucinógena entraría a los centros de distribución “ollas” en tres localidades de Bogotá, con este resultado se afectan las finanzas criminales de las organizaciones criminales dedicadas al tráfico y comercialización de estupefacientes, teniendo en cuenta que su costo sobre pasa los 460 millones de pesos.