En Ocaña, 30 personas con discapacidad visual recuperaron su autonomía gracias a “Nadie sin rehabilitar” del CRAC.

En Colombia, según cifras del DANE, cerca de dos millones de personas viven con discapacidad visual. Sin embargo, el acceso a servicios especializados de rehabilitación sigue siendo limitado, especialmente en regiones como Norte de Santander, donde factores como el conflicto armado, el subregistro institucional, la dispersión geográfica y la falta de infraestructura limitan gravemente el acceso a servicios de rehabilitación integral.

En este escenario, el programa “Nadie sin Rehabilitar” del Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos (CRAC) se convierte en una respuesta urgente y transformadora. En el municipio de Ocaña, el CRAC ha atendido a 30 personas con discapacidad visual en el último año, brindándoles herramientas para recuperar su autonomía, fortalecer sus vínculos familiares y participar activamente en la vida comunitaria. Esta intervención no solo reafirma la presencia nacional de la institución, sino su apuesta por la inclusión social con enfoque territorial y de derechos humanos.

Este programa, que desde 2007 articula esfuerzos con entidades públicas y privadas, busca garantizar que ninguna persona con discapacidad visual quede excluida de procesos que promuevan su autonomía, participación y calidad de vida.

“Nuestro trabajo en Ocaña demuestra que la rehabilitación no solo transforma vidas, sino que también fortalece el tejido social. Hemos visto adultos que retoman su autonomía, jóvenes que aprenden braille por primera vez y familias que se convierten en agentes activos del cambio”, afirma Gladys Lopera Restrepo, directora general del CRAC.

En Ocaña, el CRAC ha implementado un modelo de atención integral que incluye:
● Orientación y movilidad: entrenamiento para desplazamiento independiente con bastón blanco.
● Lectoescritura braille y tiflotecnología: alfabetización adaptada y uso de lectores de pantalla.
● Habilidades para la vida diaria: cocina, higiene personal, manejo del hogar.
● Acompañamiento psicosocial: asesoría en psicología y trabajo social.
● Talleres de participación y liderazgo comunitario.

Estos servicios se prestan de manera gratuita, en espacios adecuados facilitados por la Alcaldía municipal de Ocaña, con talento humano capacitado y metodologías adaptadas a las realidades sociales y culturales del territorio.

La articulación con la Alcaldía ha sido clave para el éxito del programa en Norte de Santander. Esta alianza permite que los procesos de rehabilitación se desarrollen con pertinencia, continuidad y enfoque en derechos.“La estrategia “Nadie sin Rehabilitar” no es solo un programa técnico, es una apuesta por la dignidad. En Ocaña hemos visto cómo las personas recuperan su independencia, se vinculan a redes comunitarias y transforman su entorno” agrega Lopera.

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