La Armada de Colombia, en el desarrollo de operaciones interinstitucionales e interagenciales con la el Cuerpo Técnico de Investigación -CTI- de la Fiscalía General de la Nación y la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), logró la captura con fines de extradición de dos sujetos, integrantes de un grupo de delincuencia organizada al servicio del narcotráfico transnacional, requeridos por las autoridades de los Estados Unidos.
La acción contó con el apoyo del Grupo de Fuerzas Especiales Navales del Caribe y se llevó a cabo de manera simultánea en los municipios de Neiva, Huila y Coveñas, Sucre.
Estos sujetos fueron identificados como Julián David Mosquera Dussan, alias “Mosca”, exintegrante de la Armada de Colombia, capturado en Neiva y Eduardo Martínez Barón, alias “Eduardito”, capturado en Coveñas. Ambos capturados deberán responder ante una Corte Federal en Estados Unidos, por los cargos de narcotráfico.
Cabe destacar que, estos individuos ya habían sido procesados previamente durante la operación “Resplandor”, desarrollada el pasado 20 de febrero de 2025 de manera simultánea en Colombia, por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes. Alias “Mosca” se encontraba bajo detención domiciliaria y según información de inteligencia, era el encargado de entregar información operacional a organizaciones narcotraficantes; por su parte, alias “Eduardito”, estaba en detención intramural, señalado de coordinar la distribución de narcóticos para esas estructuras hacia el exterior.
La captura de estos individuos constituye un golpe estratégico a las estructuras del crimen transnacional del narcotráfico, al afectar sus capacidades de penetración e inteligencia delictiva orientadas a obtener información sobre las operaciones navales en el Caribe colombiano. Este resultado permitió frenar los intentos de infiltración de personas que buscaban establecer vínculos ilegales entre el narcotráfico y algunos miembros de las Fuerzas Militares.
La Armada de Colombia ratifica su política de cero tolerancia con la corrupción, rechaza con firmeza cualquier acto individual que vaya en contravía de los principios y valores institucionales, y reafirma su compromiso con la seguridad nacional, la transparencia y la defensa de los intereses de los colombianos.