Hoy inició la segunda fase de Misión Nutrición Bogotá, un proyecto que tiene como objetivo combatir la malnutrición infantil en la ciudad. La jornada tuvo lugar en el auditorio del colegio Jaime Niño Díez, en Suba, y contó con la presencia de Carolina Deik Acostamadiedo, primera dama del Distrito; Ovidio Claros, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bogotá; y Gabriel Camero Ramos, presidente de la Cruz Roja Bogotá.
Este programa tiene planeado reducir el hambre en la primera infancia, mediante un esquema colaborativo con enfoque territorial y la unión de esfuerzos privados, entre los que se destacan la participación de Kellanova (Kellogg’s), la empresa multinacional líder en producción y comercialización de cereales, que se sumó como donante gracias, entre otras cosas, a la gestión y el acompañamiento desde Invest in Bogotá.
El gerente general de Kellanova Pacífico, Alejandro Ortega, resaltó la relevancia de la empresa en el país y su compromiso con iniciativas de impacto social. “Tenemos una fábrica y oficinas aquí en Bogotá. También, representación en todo el país. Nuestra proyección futura es muy prometedora, planeamos seguir creciendo en estos mercados, desarrollando productos desde Colombia para el resto del mundo”, señaló el directivo de la reconocida compañía.
Además, subrayó la importancia de participar en ‘Misión Nutrición Bogotá’, enfatizando la necesidad de un enfoque colaborativo. “Yo creo que solos no podemos; ni el gobierno ni las instituciones privadas pueden hacerlo por sí solas. Necesitamos actuar de manera articulada”, sostuvo.
En la primera fase de la misión, realizada en abril en la localidad de Kennedy, se entregaron alimentos con alto valor nutricional a más de 720 niños de seis fundaciones, gracias al trabajo conjunto con diferentes aliados. Ahora, con la activación de la Misión en Suba se priorizarán cinco barrios, seleccionados por tener los mayores índices de desnutrición y el menor número de comedores comunitarios. En estos lugares se han identificado y caracterizado diez fundaciones cercanas para ser incluidas en el esquema de apoyo.
Ovidio Claros, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, enfatizó que el trabajo de la Misión no compite con los bancos de alimentos, sino que complementa sus esfuerzos. “Lo que nosotros hacemos es fundamentalmente la recolección y la distribución a través de fundaciones que son personas jurídicas ya establecidas, y con ellos se trabaja para llegar a un grupo significativo de habitantes. En poblaciones como Suba, con más de un millón trescientos mil habitantes y grandes necesidades en nutrición, la sinergia con el Clúster de Seguridad Alimentaria, que creamos hace unos meses, es clave para generar resultados”, señaló.
Se espera que en Suba las familias no solo reciban ayuda alimentaria, sino que también aprendan sobre educación nutricional para enfrentar los altos índices de malnutrición. Según datos de la Alcaldía de Bogotá, 19 barrios presentan niveles de desnutrición infantil que superan el 15%, una cifra alarmante que subraya la necesidad de implementar este tipo de programas.