Tal como lo informó en las últimas horas el director general de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, en relación con la concesión de aguas que la CAR otorgó en 1984 a una empresa embotelladora ubicada en el municipio La Calera, la entidad entrará a evaluar en detalle los aspectos técnicos, jurídicos y los escenarios de disponibilidad hídrica que sean necesarios.
Como es sabido, la empresa obtuvo la autorización por parte de la CAR hace 40 años, que se ha venido renovando cada 10 años de acuerdo con la vigencia establecida por la normatividad vigente.
No obstante, en aquel entonces la solicitud de la sociedad interesada y los requerimientos que la Corporación fijó en términos de capacidad máxima de captación y planes de manejo y compensación eran diferentes a las actuales circunstancias.
“Hace 4 décadas no teníamos las problemáticas de desabastecimiento y variabilidad climática que afrontamos en la actualidad”, aseguró el director general de la Corporación, al tiempo que reiteró que para la Entidad la prioridad es el consumo humano.
Ante la solicitud de renovación de la concesión que se vence en diciembre del presente año, la entidad deberá realizar un estudio técnico para analizar las
condiciones hidrológicas en la microcuenca abastecedora y de esta manera poder
determinar si la oferta del recurso hídrico es suficiente para atender la demanda.
La CAR se encuentra en proceso de evaluación para decidir si es técnica y jurídicamente viable otorgar la renovación de esta concesión” agregó Ballesteros.
Cabe recordar que, de cara al fenómeno de El Niño, a comienzos de 2024 la CAR
expidió un lineamiento dirigido a las autoridades municipales y usuarios del recurso hídrico de la jurisdicción en el cual se establecieron un conjunto de recomendaciones de ahorro y uso eficiente del agua y se reiteró la importancia de priorizar el consumo humano toda vez que, tal como lo señaló el funcionario, “los demás usos, incluidos los industriales, las actividades agrícolas y pecuarias, no
pueden estar nunca por encima del derecho de todos los seres humanos a acceder a agua potable en sus hogares”.
