Abril, un mes para recordar la importancia de la inmunización.

Cada año se celebra la Semana de Vacunación de las Américas, una iniciativa regional impulsada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que busca promover la equidad y el acceso a la vacunación, con el fin de llevar opciones de inmunización a las comunidades más vulnerables de Latinoamérica. Cerca de 40 países se juntan a esta fecha que, desde 2002 ha permitido que más 1.000 millones de personas hayan sido vacunadas contra un rango de enfermedades infecciosas. (4)

Ante este panorama, varios actores clave en salud se unen para conmemorar esta jornada y continuar promoviendo la importancia de la vacunación en cada etapa de la vida. “Nos sumamos a esta iniciativa para reconocer y visibilizar el impacto de la inmunización en la población e impulsar esta poderosa medida de prevención. Hoy, ya podemos hablar de eliminación de patologías inmunoprevenibles que antes tenían una alta carga para los sistemas de salud, ya que la vacunación nos ha permitido estar más preparados para hacer frente a los retos que generan en materia de salud pública y sus potenciales impactos en la esperanza de vida de la población”, aseguró María del Pilar Rubio, directora médica de vacunas en GSK Colombia.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inmunización previene cada año entre 3,5 y 5 millones de fallecimientos a nivel mundial por enfermedades como la difteria, el tétanos, la tos ferina y el sarampión. (1) Además, hoy más de 20 condiciones, incluidas la meningitis, la hepatitis A y B, la influenza y el neumococo, pueden evitarse tomando medidas tempranas como la vacunación, que, a lo largo de los años, ha reducido las tasas de mortalidad y morbilidad, mitigando riesgos y protegiendo a una gran cantidad de personas en el mundo. (1)

Las vacunas han demostrado ser altamente seguras, ya que son sometidas a rigurosos procesos durante su producción y aprobación por las agencias sanitarias. A pesar de esto, se pueden presentar algunos efectos secundarios como fiebre, salpullido o dolor en el lugar de la aplicación. Sin embargo, al evaluar el riesgo-beneficio, es más alto el riesgo de contraer una enfermedad por no administrar la vacuna, que el proceso de inmunización produzca una reacción grave. (5) (6)

De acuerdo con la OMS, después del agua potable la vacunación ha sido una de las medidas de prevención que ha logrado disminuir la mortandad en el mundo, mitigando los efectos y la propagación de algunas enfermedades que pueden llevar a las personas a tener complicaciones graves, sobre todo en poblaciones infantiles, personas con más de 18 años que tienen comorbilidades o adultos mayores, quienes tienen sistemas inmunes más frágiles. (5)  

Las patologías infecciosas no miden barreras ni fronteras geográficas, por eso, la inmunización se convierte en una ayuda fundamental para generar una respuesta inmunológica sin desarrollar la enfermedad. (7) Un gran ejemplo regional es la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina en niños, que, en los últimos 5 años, ha alcanzado una cobertura del 90 %, controlando la transmisión de estas patologías. (8)

Y Colombia… ¿cómo está en vacunación?

Después de la pandemia, el mundo experimentó una reducción en la cobertura de vacunación debido a las interrupciones de los programas de inmunización y los retos que esta situación generó. Para el caso de Colombia, este panorama no es ajeno, ya que entre el año 2020 y 2021 las coberturas de vacunación se redujeron del 95 % al 91 %, y en la actualidad, este porcentaje sigue estando por debajo del recomendado (2), que, según la Organización Panamericana de la Salud, debería ser mayor al 95 %. (3)  Además, en 2022, algunas enfermedades no alcanzaron a cumplir las coberturas requeridas. Por ejemplo, el polio tuvo un 86 %, la hepatitis b y el neumococo un 85 %, lo que muestra dicho efecto. (9)

Entre los grupos de riesgo se encuentra la población infantil, especialmente los recién nacidos, quienes son más vulnerables a contraer enfermedades infecciosas y mortales como la meningitis, el sarampión, la rubeola, la tos ferina, la difteria, entre otros. Para estos casos, la vacunación es una de las medidas más importantes, ya que, para cada etapa de la niñez se busca tener una solución que proteja y prevenga estas patologías. (10) En Colombia, por ejemplo, el Plan Ampliado de Inmunización (PAI) cuenta con un esquema de vacunación para niños y niñas entre los 2 meses hasta los 5 años (11), edades en las cuales se desarrolla un sistema inmunológico fuerte y se previenen enfermedades que a largo plazo pueden afectar su calidad de vida. (10)

De acuerdo con Unicef, se ha visto un decrecimiento en la cobertura de vacunación, lo que ha generado que varias niñas, niños y adolescentes no sean vacunados con los biológicos necesarios para su edad. (12) Un gran ejemplo son las cifras de 2019 para población con un año, las cuales alcanzaron un porcentaje del 94,5 % en ese momento. Sin embargo, después de la pandemia, esta proporción bajó 6 puntos, quedando una cobertura de 88,4 % en niños de esta edad. (12)

Otra de las poblaciones en riesgo son las personas mayores de 60 años, quienes ya tienen un sistema debilitado y necesitan refuerzos para lograr combatir ciertas patologías como la influenza o el COVID-19. Para estas personas, la vacunación puede ser una medida que les ayude a tener un envejecimiento saludable, evitando complicaciones a futuro, según las recomendaciones de cada médico. (13)

Para el caso de la vacunación en Colombia en personas mayores, el PAI cuenta con soluciones para enfrentar los casos de influenza y COVID-19. No obstante, en 2023, el Instituto Nacional de Salud detectó que hubo 632 personas fallecidas, en su gran mayoría personas de 60 años que no estaban vacunadas o no tenían los esquemas de vacunación completos para prevenir estas enfermedades. (14) A partir de este panorama, es fundamental seguir impulsando la inmunización, sobre todo en esta población, ya que, por desconocimiento o desinterés, no están acudiendo a los puntos de vacunación.

“Hoy, la humanidad cuenta con soluciones y medidas que le permiten prevenir enfermedades. Por eso, hacemos un llamado a consultar con los profesionales de la salud, especialmente si hay a nuestro alrededor niños, niñas, personas mayores o con comorbilidades. Si nos protegemos, también vamos a protegerlos a ellos. La vacunación es una cuestión de toda la vida”, concluyó María del Pilar Rubio.

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