El Cáncer de mama es la principal causa de muerte médica en mujeres colombianas, cobrando anualmente la vida de 4.411 personas, según Global Cancer Observatory 2020

Ingrid Sánchez tiene 33 años, ama vestirse de rojo y la relaja pintar. En 2020 lamentablemente ingreso al grupo de las 15.000 mujeres que anualmente son diagnosticadas en Colombia con cáncer de mama, de las cuales, según las estadísticas más de 4.000 pierden la vida.

Un proceso que no se limita a la persona y las consecuencias físicas de la enfermedad en sí misma. Por el contrario, tiene efectos devastadores en la familia, la pareja, el desempeño laboral, la estabilidad emocional del núcleo cercano y hasta el autoestima de quien la padece.

“De un día para el otro me quede calva. Luego de la primera quimioterapia perdí todo el pelo, no solo el cabello, también las cejas, las pestañas y hasta las uñas. Fue un proceso sorpresivo y doloroso. Tenía mucho miedo porque para mí cáncer, era igual a muerte. Nadie se alcanza a imaginar lo devastador e impactante que es recibir este diagnóstico y luego enterarme que también debía perder el seno”, narra conmovida, Ingrid Sánchez, paciente diagnosticada con cáncer de mama en enero de 2020.

Ingrid pertenece a ese grupo de mujeres que logra ganar la batalla. Pero, como un toda guerra, hay pérdidas y secuelas como la disminución de la fuerza física y mental, la intolerancia a ciertos olores y alimentos, el dolor en el cuerpo, los cambios en el estado del ánimo, y aunque parezca una trivialidad en ese listado de consecuencias negativas, pesa demasiado la caída del pelo.

Donar cabello, cambia vidas

“Realmente toda la situación es terrible. No tener fuerzas para hacer nada luego de ser tan productiva, sentir a la familia afectada, ver a los hijos sin acabar de entender todo lo que está pasando, tener tanto miedo y por su fuera poco, perder todo lo que me definía físicamente como mujer es muy doloroso y sin recursos económicos es una realidad aún más intensa y sensible”, explica Sánchez.

Consciente de esa realidad, Fincomercio, la reconocida cooperativa de ahorro y celebra su aniversario haciendo lo que ha hecho durante 64 años, cambiar vidas y cumplir los sueños de millones de colombianos.

En esta oportunidad con emotiva campaña llamada “Donar tu cabello, cambia vidas” que busca invitar a los colombianos a donar pelo en condiciones usables para fabricar pelucas que serán entregadas a pacientes oncológicos de estratos 1,2 y 3 para quienes pagar los 2, 3 y hasta 6 millones de pesos que cuesta una peluca de pelo natural es absolutamente imposible.

El largo debe ser mínimo 25 centímetros, no importa si el pelo es lacio, crespo, con canas, con queratina o tinturado, todos son bienvenidos. No debe ser recogido del piso en una peluquería porque no sirve, ni tampoco ser empacado mojado en bolsas plásticas. Deber ser cortado al hacer una cola de caballo y recogido inmediatamente con un caucho.

“Llevamos 64 años haciendo una gigantesca labor social a favor de los colombianos que más necesitan oportunidades. Por eso, cuando conocimos de cerca las implicaciones y estadísticas de esta enfermedad que en la última década ha dejado más de 22 mil muertes, decidimos crear una campaña que cuida el proceso de comienzo a fin. Vamos a encargarnos de recoger el cabello, de llevarlo a nuestro aliado y de cuidar que las pelucas sean elaboradas por una familia de maestros artesanos que desde hace medio siglo solo trabajan con pelo natural, porque queremos que la peluca que cada mujer reciba sea símbolo de apoyo, solidaridad y amor en una donación hecha con lo mejor de lo mejor”, asegura emocionada, Gloria Gutiérrez, Subgerente Fincomercio.

El desconocido mundo de las pelucas de pelo natural

Tal vez usted hace parte de esos millones de colombianos que ignoran todo el trabajo que implica y hay detrás de una peluca de cabello natural que son más de 200 horas de trabajo si el proceso está a cargo de 5 personas, pero incluso un mes completo si el proceso es realizado por una sola persona.

El dato más revelador es que se necesitan las donaciones de pelo de entre 9 y 10 mujeres para completar una sola peluca. La razón es que en cada donación el promedio de pelo es de 40 a 50 gramos y una peluca según el largo requiere entre 450 y 500 gramos. Adicionalmente en cada donación en el proceso de selección de los pelos sanos se pierde cerca de 30% al 40%.

“Yo llevó más de 50 años en el arte de hacer pelucas, prótesis y extensiones con pelo natural, por eso, conozco de primera mano la tristeza y dolor en la que caen las mujeres al quedar calvas. Hay algunas que se encierran por meses en una tristeza profunda de la que salen sonrientes cuando por fin reciben su nuevo pelo. El tema es tan serio que incluso algunas me han dicho que les parece peor perder el pelo que un seno porque la ausencia del seno se cubre con al vestirse mientras que el cabello es muy visible”, explica Jorge Sarmiento, creador de pelucas para pacientes oncológicos y gerente de Procesos Capilares.

Esto dicen las donantes

Erika Benavides es una de las colombianas que decidió donar su pelo. Asunto que suena fácil, pero no lo es. Le costó lágrimas y horas tomar la decisión. Incluso su familia le dijo que no lo hiciera. Lo cual, no es una exageración sino que ayuda a entender el valor que tiene el pelo para una mujer.

“La verdad lo dudé. Al final me decidí. Lo hice cuando me di cuenta de que tenía en mis manos, la posibilidad de ayudar y alegrarle la vida a una mujer. A veces decimos yo no ayudamos porque no tenemos dinero adicional, pero la verdad son excusas porque en el caso del pelo solo dependía de mi generosidad. Tuve la oportunidad de ver un video de la mujer a la que le llegó mi pelo y el resultado es invaluable, verla feliz y escuchar como esa peluca le devolvió la esperanza es inspirador”, explica Benavides, donante de pelo.

Asociación Ámese, aliada estratégico en esta iniciativa social

Hablar de la Asociación Ámese, (apoyo a mujeres con enfermedades del seno) es hablar de 15 años de trayectoria impecable y esa es la razón de ser la aliada elegida por Fincomercio para ejecutar esta inspiradora campaña social.

Desde su creación hasta hoy, Ámese ha ayudado a más de 6.500 mujeres diagnosticadas con cáncer de ama a través de la prestación de 61.000 servicios gratuitos entre los que están donación de pelucas, asesoría psicológica y jurídica, grupos de apoyo, seguimiento telefónico y hasta visitas en unidades de oncología.

“Desde el 2006 cuando un grupo de mujeres muy cercanas fueron diagnosticadas con cáncer de mama nos mueve el corazón apoyar a mujeres que a diario reciben el mismo diagnóstico. Trabajamos por y para ellas y también para sensibilizar a la población sana sobre la detección temprana de enfermedades oncológicas”, asegura, Paula Sanabria, directora de programas sociales de Ámese.

Respecto a la donación de pelucas, Sanabria es enfática en afirmar que “para mí como psicóloga contar con programas como la donación es una herramienta muy importante porque las mujeres llegan aquí con la sensación de que lo han perdido todo y cuando recuperan el pelo vuelve a sentirse mujeres y regresa la fuerza interior”.

cifras reveladoras sobre el cáncer
A continuación, datos compartidos por la Asociación Ámese, disponibles en https://www.instagram.com/p/CVOkrdHpm9Q/?utm_source=ig_web_copy_link

A nivel mundial, el cáncer de mama es el más común entre los cánceres de las mujeres, representando el 16%.
Este tipo de cáncer representó el 24% de los nuevos casos de cáncer en todo el mundo y el 15% de las muertes por cáncer en 2018. Se espera que los nuevos diagnósticos de cáncer de mama aumenten en más del 46% para 2040.
En Colombia, de acuerdo con los datos consolidados por la Cuenta de Alto Costo para 2020 se registraron 77.727 casos de mujeres con cáncer de mama atendidas en el Sistema General de Salud, de las cuales, 6.814 corresponden a diagnósticos nuevos. Por otro lado, 3.704 fallecimientos fueron radicados en población femenina con diagnóstico confirmado de cáncer de mama durante el periodo de reporte.
Es importante mencionar que el número de casos nuevos radicados en hombres ascendió a 109 casos.
Cada año en las Américas, más de 491.000 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama, y casi 100.000 mueren a causa de esta enfermedad.
En 2020, hubo más de 210.000 nuevos diagnósticos de cáncer de mama en América Latina y el Caribe, y casi 68.000 muertes.
Varios países de América Latina y el Caribe tienen algunas de las tasas más altas de riesgo de muerte por cáncer de mama, lo que destaca las inequidades en salud en la Región.
En América Latina y el Caribe, el mayor porcentaje de muertes por cáncer de mama ocurre en mujeres menores de 65 años (56%) en comparación con los Estados Unidos y Canadá (37%).
La Organización Mundial de la Salud asegura que en 2020 fueron diagnosticadas 2.3 millones de mujeres con cáncer de mama a nivel global de las cuales 685.000 fallecieron por esa enfermedad.
El cáncer de mama se cura en el 97% de los casos si se detecta a tiempo aseguran International Agency for Research on Cancer y la Asociación Española Contra El Cáncer (AECC)