El reconocido crítico norteamericano, James Suckling le otorgó el puntaje perfecto al vino Don Melchor cosecha 2018, marcando un importante hito para la marca y la industria del vino chileno.
El vino perfecto, como lo han catalogado los expertos, fue producido bajo perfectas condiciones climáticas en el terroir de Puente Alto, lugar que ahora le ameritan como uno de los mejores del mundo por sus condiciones únicas que exaltan la producción de grandes vinos chilenos, a su vez, que ha impulsado desde hace más de 30 años la viticultura y enología de Chile.
Suckling mencionó sobre el vino: “Esto es alucinante. La vitalidad y energía en este vino es deslumbrante. La complejidad de los aromas es impresionante con flores, grosellas negras, frambuesas, y duraznos. Cuerpo amplio, aunque muy refinado y pulido con textura impecable y belleza. El largo es maravilloso. Este es un testimonio al equilibrio, la armonía y la transparencia en un gran tinto”.
La cosecha 2018 del Cabernet Sauvignon de Puente Alto fue elaborado por el enólogo Enrique Tirado, quien durante más de 20 años ha sido una de las figuras más influyentes de la vinicultura chilena, y que, concluyó: “la perseverancia en la búsqueda de la mejor expresión y calidad ha permitido obtener este puntaje perfecto, que recibimos con inmensa alegría y satisfacción por el resultado de una gran cosecha. Sin duda, esto no sería posible sin el Terroir de Puente Alto, su viñedo, suelo y clima que nos permiten en cada cosecha producir un vino único”.
Puente Alto: un terroir privilegiado
Además del minucioso trabajo del equipo agrícola y enológico, dirigido por Tirado, por lograr un vino de 100 puntos, se le atañe el sitio ideal, pues el viñedo Don Melchor ha jugado un papel importante en la historia moderna del vino chileno. Actualmente, cuenta con 127 hectareas, divididas en siete parcelas, de las cuales el 90 % corresponde a Cabernet Sauvignon, 7,1 % a Cabernet Franc, 1,9 % a Merlot y, un 1 % a Petit Verdot.
Cada parcela se divide en microparcelas, de manera que cada cual se trabaje en forma específica y detallada, respondiendo a las necesidades de cada planta, hilera por hilera, para lograr el equilibrio perfecto en concordancia con las características climáticas de cada año.