Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Colombia es considerada potencia hídrica mundial con seis nevados y más de 48.000 humedales (entre ríos, lagos, lagunas, ciénagas, arrecifes y estuarios, entre otros) habitados por el 87% de la población. Asimismo, el país cuenta con el 50% de los páramos andinos del mundo, cinco vertientes hidrográficas, 30 grandes ríos, 1.277 lagunas y más de 1.000 ciénagas. Sin embargo, la mano del hombre, el cambio climático y otros factores, ponen en riesgo estas fuentes de agua.
En Colombia, los páramos dan origen a las cuencas hídricas que nutren a gran parte del país y generan el 85% del agua potable de Colombia, por lo cual, en el marco del Día Mundial de la Protección de la Naturaleza que se celebró este 18 de octubre, los sectores público, privado y la sociedad civil se han unido para generar conciencia sobre la necesidad de proteger este ecosistema.
Alianzas público-privadas como la desarrollada entre el Fondo de Agua de la Alianza Biocuenca y Bavaria, han logrado trabajar de la mano de comunidades locales para proteger y conservar el Páramo de Santurbán, un ecosistema fundamental para la seguridad hídrica del país y que abastece de agua a más de 2 millones de personas.
A través del programa miPáramo estas organizaciones buscan generar un cambio de comportamiento en las comunidades locales cercanas al área de influencia de los páramos de Santurbán y Guerrero en Cundinamarca, con la finalidad de conservar sus servicios ecosistémicos, mitigar la deforestación, evitar la erosión y optimizar las prácticas agrícolas, para que esto se traduzca en un mejoramiento de su calidad de vida y en su forma de interactuar con el medio ambiente.
Hasta el momento, esta iniciativa ha logrado vincular a a sus actividades a 1.216 familias campesinas de la región y protegido 6.414 hectáreas de páramo, incluyendo la siembra de 268.890 árboles nativos. Adicionalmente, es un punto de articulación de diferentes actores como organizaciones locales e internacionales, entidades gubernamentales, academia y las comunidades alrededor de la gestión integral del agua en la región, logrando movilizar más de $3.2 millones de dólares para inversiones territoriales con participación comunitaria.