En un esfuerzo sin precedentes por salvaguardar los ecosistemas estratégicos del país, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) lideró una jornada de alto nivel en la reserva forestal protectora Laguna del Cacique de Guatavita, con la presencia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), diplomáticos de Alemania, Reino Unido, Canadá y Noruega, y representantes de la comunidad.
Durante la visita, se presentó el trabajo que adelanta la CAR en el corredor de Páramos, y se firmó el compromiso de ser parte de la alianza para la estrategia financiera del Corredor del Agua y el Oso Andino, a través de la Iniciativa de Finanzas para la Biodiversidad – BIOFIN – una apuesta del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que busca movilizar recursos sostenibles y fortalecer capacidades institucionales, técnicas y comunitarias para conservar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en el complejo de páramos de Chingaza, región que abastece de agua al 80 % de Bogotá, a otros municipios de la sabana, a Villavicencio y al departamento de Boyacá.
La conservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos que brindan los páramos requiere de mecanismos financieros innovadores y sostenibles que respondan a los desafíos que enfrentan estos ecosistemas. Hemos propuesto la creación de un fondo para la restauración de los ecosistemas de páramos”, afirmó Alfred Ignacio Ballesteros Alarcón, director General de la CAR.
En el marco del evento, las entidades firmaron una alianza para unir esfuerzos en la implementación de mecanismos innovadores de financiamiento que garanticen la sostenibilidad ambiental y el bienestar de las comunidades locales.
Actualmente, los páramos de Colombia cubren 2,8 millones de hectáreas y regulan el 70 % de los ríos del país. El complejo de Chingaza, uno de los más importantes, tiene 111.667 hectáreas distribuidas en 28 municipios. Allí conviven especies como el oso andino, el puma, el venado de páramo, el cóndor de los Andes y la rana arlequín, que enfrentan amenazas como la deforestación, la cacería, la pérdida de hábitat y el cambio climático.
Desde la estrategia se prevé implementar modelos financieros innovadores como pagos por servicios ambientales, fondos comunitarios, créditos de biodiversidad y bancos de hábitat. Estos esquemas permitirán sumar a actores públicos, privados y de la sociedad civil en el cuidado de un corredor clave para la vida.
“Hoy nos reunimos diferentes aliados como la Fundación Natura, la CAR, la ANDI, Parques Nacionales y Corpoguavio. La invitación es a sumarse a conservar estos ecosistemas tan especiales para conservar el agua y el oso andino”, señaló Sara Ferrer Olivella, representante del PNUD en Colombia.
Con este paso, la CAR reafirma su compromiso de buscar aliados estratégicos para ampliar el alcance de sus acciones de conservación, seguir protegiendo el hábitat del oso andino y garantizar la seguridad hídrica del centro del país.