Hace varios años, mientras recorría los bosques húmedos del departamento de Santander, región que hace parte del Magdalena Medio y el bajo Cauca, Boris Villanueva se encontró con varios árboles con una rarísima mezcla de caracteres.
El investigador del Jardín Botánico de Bogotá (JBB) le mostró las evidencias de su expedición a Álvaro Cogollo, experto del Jardín Botánico de Medellín, quien identificó su rareza y sugirió una posible novedad para la ciencia.
Villanueva y Cogollo evidenciar On que los desconocidos árboles eran del género Compsoneura, pero contaban con características distintas a las demás especies conocidas por la ciencia.
“Estos árboles se caracterizan por ser dioicos, es decir con flores hembras y macho separadas. A partir de exploraciones exhaustivas se logró encontrar diferentes individuos y contar con material suficiente para su descripción”.
Los investigadores luego revisaron en herbarios e información disponible de todas las especies, lo que les permitió presentar esta nueva especie para la ciencia y ampliar el conocimiento para el grupo por medio de una clave.
“La nueva especie pertenece a la Myristicaceae, una familia principalmente de árboles que incluye a la nuez moscada y a varias especies usadas en rapes alucinógenos en la Amazonia.
Está ubicada en el género Compsoneura; algunas de las semillas son comidos tostados por comunidades en el Pacífico colombiano”.
Según la investigación, la nueva especie aún no reporta este tipo de usos y se presume endémica de los valles del Magdalena Medio y el bajo Cauca.
Hace varios años, mientras recorría los bosques húmedos del departamento de Santander, región que hace parte del Magdalena Medio y el bajo Cauca, Boris Villanueva se encontró con varios árboles con una rarísima mezcla de caracteres.
El investigador del Jardín Botánico de Bogotá (JBB) le mostró las evidencias de su expedición a Álvaro Cogollo, experto del Jardín Botánico de Medellín, quien identificó su rareza y sugirió una posible novedad para la ciencia.
Villanueva y Cogollo evidenciar On que los desconocidos árboles eran del género Compsoneura, pero contaban con características distintas a las demás especies conocidas por la ciencia.
“Estos árboles se caracterizan por ser dioicos, es decir con flores hembras y macho separadas. A partir de exploraciones exhaustivas se logró encontrar diferentes individuos y contar con material suficiente para su descripción”.
Los investigadores luego revisaron en herbarios e información disponible de todas las especies, lo que les permitió presentar esta nueva especie para la ciencia y ampliar el conocimiento para el grupo por medio de una clave.
“La nueva especie pertenece a la Myristicaceae, una familia principalmente de árboles que incluye a la nuez moscada y a varias especies usadas en rapes alucinógenos en la Amazonia. Está ubicada en el género Compsoneura; algunas de las semillas son comidos tostados por comunidades en el pacífico colombiano”.
Según la investigación, la nueva especie aún no reporta este tipo de usos y se presume endémica de los valles del Magdalena Medio y el bajo Cauca.