La otra cara de la protesta en medio una pandemia en el hospital de la Policía

Con su voz quebrantada y sus ojos aguados, la patrullera Yohana Andrea Marín, auxiliar de enfermería del Hospital Central de la Policía, cuenta los difíciles días que ha tenido que enfrentar al tratar de salvarle la vida a sus compañeros heridos en medio de las protestas y a otros por Covid-19. Pero, al tiempo, relata cómo ha tenido que doblegarse para alcanzar a llegar a su casa, estar con su esposo y darle un beso de buenas noches a su hijo.

“Ha sido un poco difícil porque somos mamás, somos papás. Muchas veces, llegamos a casa encontramos a nuestros hijos dormidos, muchos uniformados no somos de esta ciudad, pero aquí seguimos en pie acompañando a nuestros compañeros, estando a disposición para ellos y prestarles el mejor servicio”, destacó Yohana.

Una situación similar, viven la pareja de esposos Mayerly Silva, médica de urgencias y Norberto Medina, médico intensivista de este mismo hospital, quienes aseguran que, en los tres años de casados que llevan, nunca habían tenido que vivir una crisis como esta, en medio de una de las peores pandemias de la historia, donde sus turnos han tenido que triplicarse a 72 horas, sin descanso.

“Con mi esposa ha sido una labor mancomunada, ella ha tenido que atender directamente los uniformados heridos durante las protestas, muchas veces ella comenta los casos, es bastante complejo escuchar la historia de las personas detrás de un uniforme”, explica el doctor Medina.

“Ya no damos abasto, un médico tiene que ver 18 a 20 pacientes en menos de seis horas, entonces eso también ha generado problemas, uno se cansa. Con respecto a los niños, los vemos solamente en las noches, una hora al día los vemos por ejemplo”, asegura Mayerly.

Por eso, para el doctor Medina, quien vivió en carne propia el Covid en una UCI, nada justifica arriesgar la vida en este momento, “mi motivación o el mensaje que quiero transmitir es a seguirse cuidando porque el haber enfrentado la enfermedad, haber estado al borde la muerte, donde también tuve que ver morir compañeros, fue una situación que no quiero que se repita en otras familias”, afirma el médico.

Hasta el momento, el Hospital Central de la Policía, ha atendido 341 uniformados lesionados, en el marco de las manifestaciones.

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