Emergencia climática obliga a tomar más medidas que garanticen agua en Bogotá y la Sabana.

“No es suficiente, hay que revisar los planes de ordenamiento territorial de toda la sabana de Bogotá, para tener claridad sobre el futuro del agua de la región” este es el llamado que hizo la ministra de Ambiente Susana Muhamad, en medio de las recientes decisiones tomadas en Bogotá, ante los bajos niveles de embalses que llevan el suministro a la capital.

En su intervención, la ministra afirmó que, si bien respalda la decisión del alcalde Carlos Fernando Galán, en preveción y racionamiento para garantizar el abastecimiento de agua de millones de personas y acelerar la recarga de los embalses, estas medidas no son suficientes, pues se debe pensar el sistema de abastecimiento de la ciudad en clave de cambio climático.

La ministra señaló, como una de las causas que están afectando el suministro de agua en la capital, al actual Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, que permitió una expasión de urbanística, con la llegada de cerca  1 millón de usuarios nuevos, a pesar de advertencias que señalaban que no se tuvo en cuenta la capacidad hídrica de la ciudad.

“Acá toca revisar la planificación de los planes de ordenamiento territorial de toda la sabana de Bogotá, estamos trabajando desde el año pasado para tomar decisiones sobre límites ambientales a la sabana de Bogotá. No podemos seguir pensando que tener concentrado el 30% del PIB, concentrar a la población, seguir expandiendo el negocio urbanístico hacia la sabana, sin tener claridad el futuro del agua de la región” comentó la ministra Susana Muhamad.

De igual manera, hizo un llamado en torno al plan de la Región Metropolitana, como una posible continuación de la expansión urbanística hacia la sabana de Bogotá “el caucho estira hasta un punto y llega un momento en que no es sostenible. Pretender que el sistema hídrico, o sea, la naturaleza, en tiempos de cambio climático nos siga dando agua como si nada, no tiene sentido si no respetamos las zonas de recarga como acuíferos, el ciclo del agua, entre otros” afirmó la ministra Susana Muhamad.

La Sabana de Bogotá es una de las ecorregiones priorizadas en torno al ordenamiento territorial alrededor del agua. Allí se implementará un sistema de monitoreo de biodiversidad y de reconexión hídrica; un programa de restauración ecológica que recupere la conexión entre la Cuenca Alta y la Sabana, entre otros.

De igual manera se dio parte de tranquilidad con el estado actual del Parque Nacional Natural Chingaza, que gracias a su buen estado de conservación ha permitido generar el recurso necesario para enfrentar esta situación. Sin embargo, ya llegó al punto límite.

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