Ejército capacita a sus integrantes para enfrentar amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares

Con el apoyo de los Bomberos Voluntarios de Bogotá, la Escuela de Ingenieros Militares del Ejército Nacional capacita a sus integrantes para adquirir los conocimientos necesarios en ‘QBRN’ (Químico, Biológico, Radiológico y Nuclear) y así atender las posibles emergencias que se presenten en la población ante amenazas de ese tipo.

Durante los últimos diez años, han sido capacitados cerca de 500 hombres, y en los últimos días 22 uniformados entre oficiales, suboficiales y soldados profesionales, fueron los encargados de recibir la formación y entrenamiento básico capitulado en el Manual de la Agencia Antiterrorismo de los Estados Unidos, relacionada con estos temas.

El teniente Carlos Argüello, comandante del curso QBRN de la Escuela de Ingenieros Militares, indicó que la importancia radica en que la característica principal del Ejército Nacional es apoyar a la población siempre, en cada catástrofe, y para este caso, “estamos capacitados para apoyar y enfocarnos si es un arma química, radiológica, nuclear o radioactiva”.

“Actualmente la Escuela de Ingenieros busca implementar, no sólo institucionalmente, sino también a la población civil, un cambio enfocado en el manejo adecuado de este tipo de armas, que eventualmente, se puedan presentar”, sostuvo Argüello.

Por su parte, el sargento Edgar Briceño, bombero voluntario, especialista en riesgo químico y coordinador del curso, explicó que la capacitación se acompaña de escenarios teórico – prácticos, con el fin de que cada uno de los estudiantes desarrollen el paso a paso, y así, de manera integral lleven a cabo la maniobra final, en un escenario concebido para que integren todos los conocimientos impartidos en aula.

“Dentro de las áreas de estudio, se ubican temas como tácticas operativas para la atención de eventos terroristas y utilización de posibles armas químicas, empleo de sarín, tabúm, somán, ántrax y otras sustancias químicas que pueden causar afectación. También sobre tóxicos industriales como puede ser utilizar amoniaco o cloro, para atentar contra la comunidad o las Fuerzas Militares”, explicó el sargento Briceño.

Además, reciben capacitación en salud –triage hospitalario–, en equipamiento, referente a los trajes de protección personal y sus clasificaciones bajo estándares de norma, en protección respiratoria y la óptima evaluación que debe realizar el comandante de incidente para la selección de los equipos que serán utilizados en el escenario. El mismo aprendizaje se da para aseguramiento de escena y descontaminación de víctimas.

Con los conocimientos adquiridos y su traje de protección química –similar al camuflado, pero con una protección especial a base de carbón activado, a veces de una sola pieza y acompañado de protección respiratoria–, el soldado profesional José Castañeda, integrante del curso, agradeció al Ejército la oportunidad y resaltó que se convierte en una capacidad más que adquiere, tanto en conocimiento, como en práctica. “Le puedo aportar bastante a la Institución y a mis compañeros”, concluyó.

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