El cultivo de achira empieza a florecer de nuevo en el Huila.

A propósito de las fiestas desarrolladas en el marco de la versión 64 del Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro, uno de los iconos de la gastronomía huilense que se roba el show, debido a su afamada reputación, su delicioso sabor, y el crunch irresistible que antecede a una explosión de emociones, y hasta recuerdos, porque es un pasaboca que siempre estuvo presente en el canasto de las abuelas que permanecía colgado en las cocinas antiguas, guardando ese tesoro de color dorado y crocante.

Lo que pocos nos imaginamos, es que detrás de este magnífico producto existen familias trabajadoras que se esfuerzan por ofrecer ingredientes de primera calidad para la elaboración del bizcocho de achira, como el queso, la panela, los huevos, y desde luego el almidón de achira, logrado a partir del procesamiento del rizoma de la planta que le da su nombre, productos que, mezclados con amor y pasión, se convierten en una delicia en manos de los artesanos que por años han conservado este legado.

A pesar que el Huila es uno de los mayores consumidores y transformadores del almidón de achira, gran parte de este procede de departamentos como Cundinamarca y Nariño, y hasta del vecino país de Ecuador. No obstante, existen productores agrícolas de Huila que gracias a su visión de negocio empiezan a apostarle a este prometedor cultivo.

Este es el caso de Hamilton Díaz, un joven del municipio de El Pital, quien estaba probando suerte en la ciudad, pero debido a la pandemia de Covid-19 tuvo que regresar a su tierra natal y buscar nuevas alternativas de ingresos para el sostenimiento de su familia, comenzando con el cultivo del café, pero luego experimentando con la achira que le ofreció mayores márgenes de rentabilidad.

“Comencé escuchando sobre la achira por parte de una persona que incentivaba su cultivo, empecé a ensayar comenzando con 1.000 matas, y pude comprobar que el rango de ganancias era más alto que lo que me estaba dejando el café. Ahí le aposté a aumentar el cultivo en un terreno que era de mis padres, y eso me sirvió para conocer más sobre este cultivo”, sostiene Hamilton.

De acuerdo a datos suministrados por el productor, para establecer una hectárea de achira se requiere de una inversión de $17 millones para siembra de primera cosecha, cifra que se reduce a $12 o $13 millones en segunda cosecha, pues se ahorra el costo de compra de semilla. La cosecha llega a los 7 meses en zonas con
temperatura cálida, y hasta 13 meses en zonas de clima frío, obteniendo rendimientos por el orden de las 250 toneladas de rizomas, de las cuales se obtienen cerca de 25 toneladas de almidón.

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