Gracias a estas coordinaciones se hizo efectiva la captura de Luigi Belvedere, un “narco invisible”buscado en 196 países por la Fiscalía Antimafia de Nápoles – Italia, por el delito de tráfico internacional de cocaína desde Suramérica hacia Europa.
Belvedere era el principal coordinador entre narcotraficantes colombianos y la mafia Camorra, consolidando la logística necesaria para el envío de grandes volúmenes de cocaína a España, Alemania, Holanda e Italia; su red compleja y bien estructurada, le permitía acondicionar y almacenar la droga en embarcaciones destinadas a puertos europeos, desde donde se distribuía a ciudades clave como Nápoles y Caserta.
Considerado uno de los fugitivos más peligrosos de Italia, su captura no solo desmantela una pieza clave de la mafia italiana en Suramérica, sino que también representa un golpe contundente a una organización criminal que ha amenazado la seguridad transnacional, su “éxito” en el narcotráfico se fundamentaba en una red de colaboradores altamente especializados, todos bajo su control estricto.
Ocultándose en lujosos sectores de Medellín, utilizaba una táctica astuta: alquilaba varios apartamentos a través de terceros por valores superiores a los 10 millones de pesos, complicando así la labor de las autoridades. En un mes, se identificaron cuatro apartamentos que utilizaba de manera aleatoria para burlar los controles policiales.
Al respecto, el Director de la Policía, General William Salamanca Ramírez afirmó que esta operación “es el resultado de la eficaz colaboración e intercambio de información entre la Policía Nacional de Colombia y las agencias internacionales, mostrando firmeza en la lucha contra el narcotráfico”.